Cómo evitar comprar un auto, SUV o camioneta usada en mal estado
Nuestros expertos te dan consejos para ayudarte a identificar vehículos con problemas ocultos
Encontrar un auto usado sin problemas no es cuestión de suerte, sino de hacer una buena investigación y prestar atención a los detalles.
Un vehículo confiable necesita recibir un buen mantenimiento. Un vehículo con daños ocultos puede afectar su rendimiento, seguridad o funcionamiento.
- Evita comprar un auto con problemas ocultos: Revisa el historial de confiabilidad Revisa la calcomanía de la ventana Revisa el exterior Revisa el interior Revisa debajo del cofre Revisa la dirección Revisa la suspensión Revisa las llantas Revisa el tubo del escape Acelera el motor Revisa si hay retiros y boletines técnicos del fabricante Revisa el historial del vehículo Lleva el auto a un mecánico Conoce tus derechos como consumidor
Por eso es importante revisar con cuidado cualquier vehículo que estés considerando comprar, especialmente ahora que es tan difícil encontrar autos usados en buen estado.
Saber cómo identificar posibles problemas y evaluar que tan confiable es un auto usado puede evitarte gastos inesperados más adelante. Los siguientes consejos pueden ayudarte a determinar si el vehículo representa una buena inversión o si podría causarte problemas.
Revisa el historial de confiabilidad
Una buena manera de reducir el riesgo de comprar un vehículo que es propenso a tener problemas es elegir modelos que tengan un buen historial de confiabilidad desde el principio, antes de comenzar tu búsqueda.
La encuesta anual de Consumer Reports, basada en experiencias reales de sus miembros, ofrece información exclusiva que puede ayudarte a reducir tus opciones. Para una referencia rápida, revisa la lista de los mejores y peores autos usados.
También puedes revisar las gráficas con el historial de confiabilidad que acompañan la mayoría de los perfiles de vehículos en Consumer Reports, donde se detalla cómo han respondido modelos específicos en 17 áreas problemáticas y en su desempeño en general.
Revisa la calcomanía de la ventana
La Comisión Federal de Comercio exige que los concesionarios coloquen una Guía para el Comprador en cada vehículo usado que esté a la venta.
Por lo general colocada en una de las ventanas, la Guía del Comprador debe incluir cierta información, incluyendo si el vehículo se vende “tal cual” (sin garantía) o con garantía, y qué porcentaje de los costos de reparación (si lo hay) el concesionario está obligado a cubrir.” La información en esta Guía tiene prioridad sobre cualquier cláusula contraria en el contrato de compraventa.
En otras palabras, si la Guía del Comprador indica que el vehículo está cubierto por una garantía, el concesionario debe respetarla. Si se negocian cambios en la cobertura, la Guía del Comprador debe modificarse para reflejarlos antes de la venta.
Si una venta se indica como “tal cual”, significa que el concesionario no ofrece ninguna garantía sobre el estado del vehículo, por lo que cualquier problema que surja después de la compra será tu responsabilidad. Muchos estados no permiten este tipo de venta si el vehículo cuesta más de cierto precio.
Revisa el exterior
Empieza dando una vuelta alrededor del auto, busca abolladuras, pintura desgastada o descascarada, paneles o piezas que no combinen, cubiertas de luces rotas y vidrios estrellados. Los espacios entre los paneles de la carrocería deben tener un ancho uniforme y estar bien alineados.
Una inspección más detallada puede revelar restos de pintura en partes cromadas, molduras de goma, o en la parte interior de las salpicaderas del vehículo. Esto suele ser una señal clara de que se hizo alguna reparación en la carrocería.
Puedes ver si se usó masilla para reparar golpes con un pequeño imán; si no se pega al panel, es posible que haya masilla debajo de la pintura. (Pero algunos vehículos con paneles de plástico o de fibra de vidrio no atraerán un imán en absoluto). Una puerta, cofre o cajuela que no cierra o sella correctamente, puede ser señal de que hubo algún daño previo o de una reparación mal hecha.
Una calcomanía del Certified Automotive Part Association (CAPA) en algún panel de la carrocería indica que esa pieza fue reemplazada. Las soldaduras irregulares alrededor del cofre, las puertas o la cajuela también son señal de reparaciones.
Revisa el interior
Una inspección minuciosa del interior puede revelar problemas evidentes, como un techo caído en el interior, un tablero roto y la falta de perillas, manijas y botones.
Los cinturones de seguridad desgastados o con fibras derretidas (debido a la fricción) pueden ser señal de un impacto frontal anterior a más de 15 mph. Los cinturones de seguridad dañados siempre deben reemplazarse.
Pedales desgastados antes de tiempo o un asiento del conductor hundido son señales de que el vehículo tiene un millaje muy alto. Si la luz de advertencia de las bolsas de aire permanece encendida, puede indicar que una bolsa se activó y fue mal reemplazada, o que no simplemente no se reemplazó.
Un olor a humedad provocado por una filtración de agua puede ser muy difícil de eliminar. Alfombras descoloridas, sedimento en la cajuela o problemas eléctricos que aparecen y desaparecen pueden ser señales de daños por inundación.
Revisa debajo del cofre
A simple vista, el motor, el radiador y la batería deben verse relativamente limpios, libres de grasa ni corrosión, o con muy poca. Las bandas y las mangueras deben sentirse flexibles y no mostrar desgaste. Revisa si hay zonas húmedas, ya que podrían indicar fugas de aceite o de otros líquidos. Cables, tubos o mangueras derretidas, o un cortafuegos con marcas negras, pueden ser señales de sobrecalentamiento o incluso de un incendio en el motor.
Cuando el motor esté frío, asegúrate de que todos los fluidos del vehículo estén limpios, en el nivel adecuado y que no haya fugas. También, revisa el aceite del motor mientras el motor esté frío– saca la varilla medidora, límpiala con un trapo seco, vuelve a meterla completamente y retírala de nuevo. El nivel de aceite debe estar entre las marcas de “lleno” y “añadir”.
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El aceite normal del motor es marrón o negro, dependiendo de cuándo se cambió por última vez. Si el aceite está arenoso o gelatinoso, puede ser señal de que han pasado largos periodos entre cambios de aceite. Un aceite aguado y espumoso, con color similar a la leche con chocolate, puede indicar una junta de cabeza quemada o daños graves en el bloque o la cabeza del cilindro. La presencia de partículas finas de metal en el aceite indica daños internos o desgaste excesivo.
La varilla para revisar el líquido de la transmisión suele estar ubicada en la parte trasera del compartimento del motor. Revísala justo después de conducir el coche durante más de 10 minutos. Con el motor prendido, pisando el pedal del freno y el freno de mano activado, cambia todas las velocidades una por una. Deja el motor encendido, coloca la transmisión en neutral o Park (según el manual del propietario) y revisa el nivel en relación con las marcas de la varilla.
Asegúrate de revisar el estado del líquido. El líquido de transmisión debe tener un color rojo brillante a café claro con tono rojizo; no debe ser cafe oscuro, negro o con color mostaza, ya que esos tons podrian indicar problemas graves. Si tiene un olor fuerte a quemado, puede indicar un desgaste severo.
Revisa la dirección
Con el motor encendido y sin acelerar, gira el volante hacia la derecha y hacia la izquierda. Asegúrate que la dirección no esté floja, que no haya movimiento libre ni ruidos extraños. Una exceso en movimiento libre puede indicar desgaste en la caja de dirección o daños en los componentes del sistema.
Al conducir a velocidad normal sobre pavimento liso y plano, el auto no debería desviarse ni necesitar correcciones constantes de la dirección. Un volante que vibra o tiembla suele indicar que se necesita balear las llantas o alinear el eje delantero, lo cual es fácil de solucionar. Sin embargo, esto también puede ser una señal de un problema en la transmisión, la suspensión o el chasis, lo que podría implicar reparaciones costosas.
Revisa la suspensión
Presiona con fuerza cada guardafango y suéltalo. El auto debería rebotar suavemente una o dos veces. Si rebota con fuerza más de dos veces, es señal de que los amortiguadores o los puntales están desgastados.
También, maneja el auto sobre un camino con baches a unas 30 mph. Un auto que rebota y se sacude a velocidades moderadas sobre un pavimento normal puede tener una suspensión desgastada o dañada.
Revisa las llantas
El desgaste debe ser uniforme a lo largo de la banda de rodadura y similar en ambos lados del auto. Las llantas con exceso de aire tienden a desgastarse más en el centro; las llantas con baja presión de aire tienden a desgastarse más en los lados.
Un desgaste considerable en el borde exterior, cerca del costado de la llanta, indica que el auto ha sido manejado de forma agresiva. Esto puede indicar que otras partes del auto también podrían tener un desgaste excesivo. Las llantas con desgaste irregular a lo largo de la circunferencia de la banda de rodamiento, pueden indicar diversos problemas en la dirección, la suspensión o los frenos.
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Revisa el tubo del escape
Un poco de humo blanco al encender el motor probablemente se deba a la condensación y no es motivo de alarma. Pero si después de que el auto se calienta sale humo negro, eso indica que la mezcla de aire y combustible está demasiado cargada, generalmente por un filtro de aire sucio, un sensor de oxígeno dañado o un medidor de flujo de aire defectuoso (que mide la cantidad de aire que entra).
El humo azul indica que se está quemando aceite, lo cual es una mala señal y suele significar una reparación costosa. El humo blanco denso indica que hay agua en la cámara de combustión, por lo general, a causa de un empaque de cabeza quemado, una tapa de cilindros dañada o incluso una grieta en el bloque del motor, lo cual también puede implicar una reparación costosa.
Acelera el motor
¿El motor acelera demasiado antes de que el auto realmente tome velocidad? Esto suele ser señal de algún desajuste o desgaste en el pedal del clutch, o de algún defecto en la transmisión automática.
Ajustar el pedal del clutch es un servicio relativamente barato en comparación con el alto costo de reparar un clutch dañado o una transmisión automática defectuosa.
Escucha si hay sonidos como de golpes o ruidos de metal al acelerar. Estos ruidos pueden indicar que el motor tiene una falla en el tiempo de encendido o que está comenzando a sobrecalentarse.
Revisa si hay retiros y boletines técnicos del fabricante (TSB)
Revisa si el vehículo tiene algún retiro y si se ha realizado el servicio correspondiente. La Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico en las Carreteras (NHTSA) tiene una lista oficial de todos los llamados a revisión (nhtsa.gov/recalls; 800-424-9393).
Pídele al vendedor la documentación del servicio de retiro (o de la llamada a revisión). Si el auto que estás considerando aún no ha recibido ese servicio, debe hacerse lo antes posible. Los fabricantes de autos están obligados a hacer el servicio de llamada a revisión sin costo, sin importar la edad del vehículo ni el tiempo que haya pasado desde que se emitió el retiro.
Puede haber retrasos para realizar el trabajo debido a la disponibilidad de refacciones, como ocurrió con el gran retiro de las bolsas de aire Takata. Esto podría ser un factor a considerar antes de decidir comprar un modelo específico.
Los Boletines de Servicio Técnico (TSB) son reportes que el fabricante envía a sus distribuidores sobre problemas comunes o recurrentes en un modelo y cómo solucionarlos. Como los TSB generalmente no están relacionados con la seguridad, los fabricantes no están obligados a notificar a los propietarios ni a cubrir los costos de reparación, aunque en algunos casos pueden pagar total o parcialmente el servicio si el dueño lo solicita. Puedes consultar la lista de TSB en el sitio de la NHTSA.
Revisa si hay TSB emitidos para el modelo que quieres comprar y si el vendedor ha realizado las reparaciones correspondientes.
Revisa el historial del vehículo
Un reporte de historial vehicular de CarFax o Experian Automotive puede alertarle sobre posibles fraudes con el odómetro; revelar daños anteriores por incendios, inundaciones o accidentes; y también informarte si el vehículo alguna vez tuvo un título reconstruido o de salvamento
Sin embargo, estos informes no son perfectos. De hecho, hemos encontrado vehículos con informes limpios que tenían daños importantes. Para obtener esta información, proporciona al servicio el número de identificación del vehículo (VIN), que se encuentra en la parte superior del tablero, cerca del pilar del techo del lado del conductor.
Algunos concesionarios de autos usados y plataformas en línea ofrecen reportes de historial de forma gratuita, pero en otros casos tienen un costo considerable. Otro recurso es el National Motor Vehicle Title Information System, disponible en vehiclehistory.gov.
Un reporte de historial vehicular es una herramienta útil, pero la mejor protección es que un mecánico profesional inspeccione el vehículo antes de comprarlo.
Lleva el auto a un mecánico
Antes de comprar un vehículo usado, haz que lo inspeccione un mecánico calificado que se dedique habitualmente al diagnóstico automotriz.Un diagnóstico completo suele costar alrededor de $120.
Existe una organización llamada Car Care Council que certifica talleres especializados en diagnósticos. Si eres miembro de AAA, puedes acudir a alguno de los talleres recomendados por esta organización.
Además del diagnóstico básico, pídele al mecánico que eleve el vehículo e inspeccione la parte inferior. Componentes estructurales doblados y abolladuras grandes en el piso o el tanque de combustible pueden ser señales de un accidente previo. Las soldaduras en el chasis indican que alguna sección dañada pudo haber sido reemplazada o recortada durante reparaciones, y una capa nueva de pintura podría estar ocultando reparaciones estructurales recientes.
Un concesionario normalmente no tendrá problema en prestarte el auto para la revisión, siempre que dejes una identificación. En cambio, un vendedor particular puede estar menos dispuesto, y tal vez tengas que ofrecer seguirlo hasta el taller donde se realizará la inspección.
Conoce tus derechos como consumidor
La ley puede protegerte si tu carroza se convierte en una calabaza. Parte de comprar de forma inteligente es saber qué protección tienes antes de necesitarla.
Las leyes estatales varían mucho en el nivel de protección que ofrecen al consumidor. Por ejemplo, en Nueva York la ley exige que los concesionarios ofrezcan garantías por escrito en todos los vehículos usados con menos de 100,000 millas y que se venden por $1,500 o más.
En California, es ilegal que un concesionario venda un auto con llantas en mal estado, vidrios dañados, luces que no funcionen o frenos defectuosos. Consulta con la oficina del fiscal general de tu estado o con la agencia local de protección al consumidor para conocer las leyes que hay en tu área.
Si compraste un auto en mal estado de un concesionario
La oficina del fiscal general del estado puede informarte sobre cómo te protegen las leyes locales. Si sospechas que compraste un vehículo reconstruido tras un accidente, comunícate con la Asociación Nacional de Defensores del Consumidor (National Association of Consumer Advocates), que tiene una lista de abogados especializados en estos casos.
Si tienes un problema con un auto que está cubierto por una garantía o contrato de servicio y el concesionario se niega a hacer las reparaciones, tienes varias opciones. Si el contrato está administrado por el fabricante, puedes comunicarte con el representante local de la compañía. Estas personas están autorizadas para aprobar y gestionar reparaciones sin depender del concesionario que te vendió el auto.
Si compraste un vehículo en mal estado de un concesionario autorizado por la marca (franquiciado), podrías tener derecho a una mediación a través del Programa de Acción para el Consumidor Automotriz de la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles (National Automotive Dealers Association). Para más información, llama NADA al 800-252-6232 o visita nada.org.
Si el concesionario está dispuesto, considera acudir a una organización de resolución de conflictos para mediar en tu desacuerdo. Algunos contratos de servicio exigen este paso antes de que puedas demandar al concesionario o al fabricante. Revisa con atención el lenguaje del contrato de compraventa antes de firmarlo para saber si puedes presentar una demanda o si estás obligado a someterte a un proceso de arbitraje.
Si compraste un auto en mal estado de un vendedor privado
Tus opciones son mucho más limitadas. Si el vendedor hizo alguna garantía por escrito sobre el estado del vehículo, puedes usarla como base para presentar una demanda.
Puedes resolver disputas que involucren cantidades pequeñas de dinero (usualmente menos de $2,000) sin necesidad de un abogado, a través del tribunal de reclamos menores. El secretario del tribunal puede informarte cuál es el límite exacto en tu estado y darte detalles sobre cómo presentar la demanda.