¿Sigue habiendo metales pesados en los alimentos para bebés?
Las golosinas y alimentos elaborados con arroz y camote siguen presentando niveles preocupantes de arsénico, cadmio y plomo, según las nuevas evaluaciones de Consumer Reports.
Si bien las cantidades de plomo, arsénico y cadmio en los alimentos para bebés parecen estar disminuyendo, el riesgo general no ha cambiado mucho en los últimos 5 años, según las nuevas evaluaciones de Consumer Reports.
La última vez que CR analizó alimentos para bebés, en 2018, 33 de los 50 alimentos fueron relacionados con riesgos potenciales para la salud de los niños debido a exposiciones combinadas de esos 3 metales pesados.
Desde entonces, se ha ejercido una presión constante sobre los fabricantes de alimentos para bebés para que los productos sean más seguros, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha anunciado planes destinados a reducir los niveles de metales pesados en los alimentos.
Como parte del nuevo análisis de CR, volvimos a evaluar siete alimentos para bebés que presentaban niveles preocupantes hace cinco años, en su mayoría productos que los expertos de CR recomendaban consumir menos de una porción al día. En 3 de esos productos, los niveles de metales pesados disminuyeron, por lo que los niños ya pueden comer más de esos alimentos. Pero en el caso de otros 3, los niveles de determinados metales pesados aumentaron, por lo que deben comer menos. El límite diario de un producto no ha cambiado.
Nos pusimos en contacto con las compañías de alimentos para bebés cuyos productos fueron objeto de nuestras evaluaciones. Respondieron todas menos Hot Kid (propiedad de Want-Want), que fabrica productos Baby Mum-Mum. Beechnut, Gerber y Earth’s Best dijeron que analizaban tanto las materias primas de sus productos como los productos finales para detectar metales pesados, y Happy Baby dijo que analizaba sus productos finales.
Pero nuestros nuevos resultados muestran que la industria todavía tiene un largo camino por recorrer, dice James E. Rogers, PhD, director de investigación y pruebas de seguridad alimentaria de CR. "En algunos de los productos, los niveles reducidos de determinados metales pesados se compensaban con el aumento de otros, por lo que apenas había cambios en la cantidad de alimentos que podrían ingerir los bebés. Y seguimos encontrando niveles inquietantes en los alimentos que nuestras últimas pruebas mostraban como los más preocupantes, es decir, el arroz, los camotes y los aperitivos”.
Ir adelante
- Lo que encontró CR
- Poniendo los riesgos en perspectiva
- El arroz y los camotes siguen siendo riesgosos
- El problema de las golosinas
- Algunos metales pesados se han incrementado, otros se han reducido
- Por qué los niveles de metales pesados siguen siendo altos
- Qué pueden hacer la industria y el gobierno
- Consejos para una alimentación infantil más segura
Lo que encontró CR
Las últimas pruebas de CR incluyeron 14 productos, que representaban una mezcla de frutas y verduras, comidas y platos principales, y aperitivos, como barritas, bocaditos y obleas para la dentición. Analizamos al menos 3 muestras de cada producto.
Nos enfocamos en los productos que tenían niveles preocupantes en nuestras pruebas de hace 5 años. 7 de los productos eran los que habíamos analizado en 2018; los otros 7 eran similares a productos que habíamos analizado anteriormente pero que ya no están en el mercado. Lee más información sobre cómo analizamos los alimentos para los bebés para detectar metales pesados (PDF).
Para determinar cuántas porciones de cada producto podría comer un niño al día, los expertos en seguridad alimentaria de CR tuvieron en cuenta qué cantidad de ese tipo de alimentos suelen comer los niños, usando datos de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés) de los Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). A continuación, evaluaron los riesgos planteados por la exposición a la combinación de arsénico, cadmio y plomo en esos alimentos. El siguiente cuadro muestra las recomendaciones de CR para los productos que analizamos. (Nuestros resultados fueron una comprobación aleatoria del mercado y no deberían usarse para sacar conclusiones definitivas sobre determinadas marcas).
Tamaño de la porción: 1 barrita
Tamaño de la porción: 1 frasco
Tamaño de la porción: 4 obleas
Tamaño de la porción: 1 bolsita
Tamaño de la porción: 4 obleas
Tamaño de la porción: ½ taza (unas 50 unidades)
Tamaño de la porción: ½ taza (unas 50 unidades)
Tamaño de la porción: ½ taza (unas 50 unidades)
Tamaño de la porción: 1 pote
Tamaño de la porción: 1 frasco
Tamaño de la porción: 1 frasco
Tamaño de la porción: 1 pote
Tamaño de la porción: 1 pote
Tamaño de la porción: 1 pote
Poniendo los riesgos en perspectiva
Al analizar los resultados, hay que tener en cuenta que los padres dan a sus hijos muchos alimentos al día. "Debido a que los metales pesados están tan presentes en los alimentos -y a que tienden a acumularse en el cuerpo- las pequeñas exposiciones de múltiples alimentos pueden sumarse", dice Eric Boring, PhD, un químico de CR que supervisó nuestras evaluaciones. "Y alimentar a tu hijo con cantidades cercanas a los límites de las porciones diarias deja poco margen para la exposición a metales pesados procedentes de otros alimentos".
La ingesta a largo plazo de metales pesados puede aumentar el riesgo de una serie de problemas de salud y del desarrollo en los niños pequeños, incluyendo un coeficiente intelectual más bajo, problemas de comportamiento, y se ha relacionado con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) y el autismo, y otros problemas. "El desarrollo infantil es un periodo de tiempo realmente delicado", afirma Maya Deyssenroth, PhD, profesora adjunta de Ciencias de la salud del medioambiente en la Escuela Mailman de salud pública de la Universidad de Columbia. "Los sistemas de los órganos internos se están desarrollando y son especialmente vulnerables".
Al mismo tiempo, Boring dice que "si bien son preocupantes, estos resultados no son un motivo para que cunda el pánico". Señala que el riesgo proviene de la exposición repetida durante largos períodos de tiempo, no de comer un alimento solo una vez o incluso varias veces. "Una porción ocasional, incluso de uno de los alimentos con los niveles más altos, suele ser aceptable", afirma. "Solo recuerda variar lo que comen tus hijos". Más consejos sobre alimentación infantil segura, debajo.
El arroz y los camotes siguen siendo riesgosos
En nuestras evaluaciones de 2018, los productos elaborados con arroz, camotes (o boniatos) y, en menor medida, zanahorias tendían a presentar los mayores riesgos. Nuestras últimas pruebas tuvieron resultados similares, especialmente para los boniatos y el arroz.
Por ejemplo, para los 3 productos que contienen camote, los expertos de CR recomiendan consumir menos de una porción al día; para 2 de ellos, el boniato de Beech-Nut Naturals y la cena de Gerber de camote y pavo con granos integrales, la recomendación es menos de media porción.
Del mismo modo, recomiendan consumir menos de 1.5 porciones al día de 5 de los 7 productos elaborados con arroz. Para las Cenas de arroz con pollo y pavo de Gerber, el límite es menos de media porción.
En cambio, los niños podrían comer hasta 3.5 porciones al día del producto Gerber Natural for Baby de pera, zanahoria y chícharos.
En respuesta a los resultados de nuestras pruebas, un portavoz de Gerber dijo: "Trabajamos con nuestros agricultores para dar prioridad a las áreas de cultivo con condiciones óptimas de clima y suelo, aprobamos los campos antes de plantarlos basándonos en las pruebas del suelo y rotamos los cultivos. Además, seguimos invirtiendo en nuevas investigaciones que contribuyan a futuras mejoras. Por ejemplo, colaboramos con universidades públicas para llevar a cabo investigaciones en las parcelas con el fin de identificar variables del suelo y varietales que puedan reducir la absorción de metales pesados del suelo por las zanahorias y los camotes".
El problema de las golosinas
El contenido de metales pesados de los aperitivos para bebés, en concreto las obleas y los puffs para la dentición, es preocupante porque los niños comen muchos de estos alimentos.
Para empezar, muchos de ellos están hechos con arroz. Los puffs son especialmente problemáticos. Según Jane Houlihan, directora de investigación de Healthy Babies Bright Futures, una organización sin fines de lucro que trabaja para reducir la exposición a sustancias químicas perjudiciales para el desarrollo cerebral de los bebés, "los puffs a base de arroz se destacan por su contaminación por metales pesados". "Los puffs pueden ser una fuente significativa de exposición, especialmente cuando son el aperitivo habitual de una familia".
Esto se debe, en parte, a que las porciones de estos productos indicadas por los fabricantes pueden ser mucho más pequeñas de lo que muchos padres suponen. Como resultado, los niños pueden terminar consumiendo una gran cantidad de estos alimentos y de los metales pesados que contienen.
Por ejemplo, nuestro límite diario para las Obleas para la dentición de banana de Hot Kid Baby Mum-Mum es de menos de 2 porciones al día, pero el 5% de los niños consumen 3.5 porciones diarias de este tipo de alimentos, según la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición.
También puedes optar por los Superfood Puffs orgánicos de Happy Baby: el límite diario de CR es de menos de 1.5 porciones, o alrededor de 75 puffs. Puede parecer mucho, pero cada puff es del tamaño de un Cheerio. "Es posible que los padres les den puffs y obleas a los niños como golosinas varias veces al día", dice la dietista Amy Keating, nutricionista de CR.
Así que no sería difícil que un niño termina comiendo mucho más de lo que los expertos de CR dicen que es el límite máximo".
Por último, muchos de estos alimentos no son muy saludables, dice Keating. Además de contener metales pesados, no tienen mucho valor nutricional, afirma. Por ejemplo, aunque algunos están enriquecidos con vitaminas y minerales, la mayoría de ellos están hechos de harina de arroz blanco y no tienen fibra ni proteínas, y algunos tienen azúcar agregada, que no debe darse a los menores de 2 años.
Y ten en cuenta que, aunque algunos de estos alimentos para bebés son orgánicos, eso no los hace necesariamente más sanos. Aunque los alimentos orgánicos tienen menos posibilidades de contener residuos de pesticidas, es igual de probable que contengan metales pesados, según demuestran nuestras pruebas.
Algunos metales pesados se han incrementado, otros se han reducido
Las pruebas de CR revelaron que, aunque las cantidades de determinados metales pesados disminuyeron en algunos productos en comparación con nuestras evaluaciones de hace 5 años, esto no siempre se tradujo en productos menos peligrosos en general. Esto se debe a que, por ejemplo, mientras que los niveles de arsénico podrían haber disminuido, los de plomo podrían haber aumentado.
Por ejemplo, en la Cena de arroz con pollo de Gerber, los niveles de arsénico descendieron un 22%, y eran tan bajos que no analizamos el arsénico inorgánico, que es el más nocivo. Pero esta vez detectamos plomo, algo que no habíamos detectado en nuestras pruebas de 2018. Eso puede deberse a que la tecnología para la detección de metales pesados ahora es más sensible, pero el plomo que detectamos en nuestros nuevos análisis fue suficiente para cambiar nuestro límite diario de menos de una porción al día a menos de media porción al día. (Como ahora podemos medir niveles de plomo inferiores a los que podíamos medir en 2018, no podemos decir si los niveles de plomo en este producto aumentaron o disminuyeron).
Del mismo modo, en el caso de los Superfood Puffs, de zanahoria morada y arándanos, de Happy Baby Organics, los niveles de cadmio disminuyeron un 34% y los de arsénico inorgánico, un 45%. Pero esos niveles de arsénico siguen siendo altos en comparación, y los de plomo aumentaron un 60%. Nuestro límite diario para estos cambió solo levemente, de menos de una porción por día en 2018 a menos de 1.5 porciones por día.
Tamaño de la porción: 1 barrita
Tamaño de la porción: ½ taza (unas 50 unidades)
Tamaño de la porción: ½ taza (unas 50 unidades)
Tamaño de la porción: 1 frasco
Tamaño de la porción: 4 obleas
Tamaño de la porción: 1 pote
Tamaño de la porción: 1 pote
Un portavoz de Happy Family, fabricante de Happy Baby, dijo que la compañía "sigue todas las normas federales aplicables a sus productos. Como no hay normas federales para todos los productos, Happy Family establece objetivos internos basándose en las pautas de la FDA y otros organismos internacionales, aplica las mejores prácticas de la industria y los expertos, y presiona a sus proveedores para que encuentren cultivos en todo el mundo con niveles de estos elementos en el suelo tan bajos como sea posible".
Pero hay uno de los productos que sí ha mejorado notablemente: las barritas orgánicas de Earth’s Best Sunny Days, de fresa. El producto pasó de menos de una porción al día hace 5 años a menos de 4.5 porciones al día ahora. Esto se debe a que los niveles de plomo disminuyeron un 91% en este alimento, y aunque encontramos algo de arsénico inorgánico en 2018, los niveles totales de arsénico disminuyeron lo suficiente como para que esta vez consideráramos que no era necesario realizar pruebas de arsénico inorgánico. (Sin embargo, desde un punto de vista nutricional, 4.5 porciones serían demasiadas, dice Keating).
Le preguntamos a la compañía Hain Celestial, propietaria de Earth’s Best, qué habían hecho para reducir los niveles de metales pesados en este producto, y nos respondió: "Mejoramos continuamente nuestros estándares internos y empleamos un riguroso programa para comprobar la calidad y seguridad de nuestros productos". (También analizamos el puré de camote, calabacita y pollo, y el puré de espinacas, lentejas, arroz integral, verduras y proteínas de la compañía).
Por qué los niveles de metales pesados siguen siendo altos
¿Por qué el boniato y el arroz son propensos a tener altos niveles de metales pesados?
Tiene que ver con la forma en que se cultivan y el hecho de que son especialmente hábiles para absorber ciertos metales del suelo.
Según Houlihan, los camotes y las zanahorias absorben plomo a medida que crecen.
Además, cualquier hortaliza de raíz puede acumular plomo en su exterior procedente del suelo circundante, afirma Tom Neltner, director principal de Productos químicos más seguros del Environmental Defense Fund (Fondo de defensa del medioambiente). El plomo y otros metales pesados forman parte de la corteza terrestre, pero sus niveles suelen ser más altos en determinados lugares, a menudo debido a las actividades industriales o agrícolas.
Por ejemplo, aunque cualquier suelo puede contener plomo, pueden encontrarse niveles más elevados cerca de las carreteras, debido al uso de gasolina con plomo en el pasado, o en aeropuertos pequeños, donde aún es posible que usen gasolina con plomo. Los niveles también pueden ser altos cerca de huertos y campos de algodón donde antes se usaban pesticidas con arseniato de plomo.
Para el arroz, el arsénico es especialmente preocupante, en parte porque cuando ese metal pesado está en el suelo o, sobre todo, en el agua, la planta lo absorbe en lugar de otros minerales, dice Houlihan.
Qué pueden hacer la industria y el gobierno
Los fabricantes de alimentos para bebés pueden limitar el riesgo de metales pesados en sus productos adquiriéndolos en zonas con niveles más bajos de estas sustancias nocivas. Por ejemplo, las pruebas de CR sobre el arroz en 2014 mostraron que el arroz de California tenía niveles más bajos de arsénico que el arroz de Texas.
Las diferentes estrategias de cultivo también pueden ayudar. Por ejemplo, los niveles de arsénico en el arroz pueden reducirse alternando entre el humedecimiento y el secado de los campos, o cultivando el arroz en surcos elevados en lugar de en un estado de inundación constante, dice Houlihan. Cada vez son más los agricultores que adoptan estas técnicas.
Otro enfoque que están adoptando algunos agricultores es cultivar arroz menos propenso a tener altos niveles de arsénico. Por ejemplo, el arroz basmati puede tener niveles más bajos que otros tipos, según Deyssenroth, de la Universidad de Columbia. El procesado también puede ser importante: Dado que el arsénico tiende a acumularse en las partes externas del arroz, el arroz integral suele tener más arsénico que el blanco.
Los fabricantes de alimentos infantiles también pueden eliminar los productos que contienen arroz para hacerlos más seguros. Beech-Nut ya lo ha hecho, según informó la compañía a CR. Se trata de un avance positivo, dice Keating, de CR. "Un niño no necesita comer arroz para estar sano. Hay otros cereales nutritivos que pueden sustituirlo", afirma.
También podría ayudar la aplicación de normas más estrictas sobre la cantidad de metales pesados permitida en los alimentos para bebés, afirma Brian Ronholm, director de política alimentaria de CR.
La FDA ha tomado medidas al respecto recientemente. En 2020, fijó niveles para la cantidad de arsénico inorgánico en el cereal de arroz para bebés (100 partes por mil millones), y este año, estableció niveles sobre el arsénico inorgánico en el jugo de manzana (10 ppm). Si el producto de un fabricante supera estos niveles, la agencia puede retirarlo del mercado. Sin embargo, los niveles aún no se aplican a ningún otro alimento que consuman habitualmente los niños.
En cuanto al plomo, la FDA tiene todavía más trabajo por hacer, afirma Ronholm. Señala que la agencia ha propuesto niveles de metales pesados en algunos alimentos infantiles, como parte de su plan de acción Closer to Zero (Más cerca de cero). Pero esas normas aún no se han aprobado y no está claro cuándo se aprobarán. Además, los aperitivos, como los puffs, no son una de las categorías para las que la FDA ha establecido niveles de plomo permitidos. Y los expertos en CR creen que los niveles propuestos -de 10 ppm a 20 ppm, según el alimento- son demasiado elevados.
"Pareciera que se basan más en la viabilidad actual de la industria para alcanzar los niveles, y no únicamente en los niveles que serían óptimos para proteger la salud pública", afirma Ronholm. A CR le gustaría que la FDA estableciera el objetivo de no tener cantidades medibles de cadmio, plomo o arsénico inorgánico en los alimentos para bebés, y que usara los métodos de análisis más sensibles para determinar la presencia de esos metales.
Un portavoz de la FDA afirmó a CR que "es crucial garantizar que las medidas adoptadas para limitar el arsénico, el plomo, el cadmio y el mercurio en los alimentos no tengan consecuencias no deseadas, como eliminar del mercado alimentos que tienen importantes beneficios nutricionales o reducir la presencia de un elemento mientras aumenta la de otro". También dijo que la agencia está revisando actualmente los comentarios sobre sus niveles límites propuestos para el plomo y también está trabajando para establecer los niveles máximos aceptables para el arsénico inorgánico, el cadmio y el mercurio en los alimentos infantiles. Se espera que la agencia finalice la fijación de los niveles de plomo en 2024 y proponga los de los demás metales pesados en 1 o 2 años.
"Los hallazgos de CR ponen de relieve la necesidad de que la FDA se mueva más rápido en el establecimiento de niveles para todos los tipos de alimentos infantiles que podrían relacionarse con todos los metales pesados", dice Michael Hansen, PhD, científico principal de CR. "Lo primero debería ser un nivel para los aperitivos, ya que hemos descubierto que tienen algunos de los niveles más altos de metales pesados, y los niños comen mucho de estos". Y teniendo en cuenta que muchos padres preparan sus propios alimentos infantiles o alimentan a los niños con lo que ellos mismos comen, la agencia también debería establecer niveles para los alimentos de alto riesgo en general -no solo para los productos destinados a los bebés-, afirma Hansen.
La FDA dijo que estaba recopilando información sobre el consumo de aperitivos a base de cereales por parte de los niños y la posible exposición a metales pesados de estos alimentos. "A medida que recopilemos información adicional, podremos determinar el mejor enfoque normativo para este tipo de productos alimentarios".
La agencia también está estudiando formas de reducir la exposición a metales pesados de los alimentos que consumen tanto niños como adultos, incluidas "posibles estrategias para mitigar la absorción de contaminantes ambientales en los cultivos." Pero el portavoz no facilitó un plazo para esto.
Consejos para una alimentación infantil más segura
Con todo esto no estamos diciendo que nunca puedas dar a tu bebé camotes, arroz o zanahorias. "Son alimentos nutritivos, así que no tienes eliminarlos de la dieta de tu hijo", dice Keating, de CR. "En su lugar, sírvelos en rotación con muchas verduras diferentes y cereales integrales".
De hecho, dice Keating, variar los tipos de alimentos que come tu hijo es lo mejor en general. Si lo haces, le proporcionarás nutrientes (como calcio, hierro y vitamina C) que pueden ayudarle a contrarrestar algunos de los daños de los metales pesados, y puedes evitar el consumo excesivo de metales pesados de un alimento en particular. Entre las opciones bajas en metales pesados se incluyen: cereales infantiles elaborados con avena y otros cereales integrales (excepto el arroz); fruta fresca y congelada; chícharos, ejotes y zapallo calabaza; carnes para bebé; huevos; frijoles; puré de manzana (sin endulzar); queso; y yogur.
Otro consejo: en lugar de usar alimentos para bebés envasados con arroz, prepara tu propio arroz y hiérvelo en abundante agua, como harías con la pasta. Según la FDA, esto puede reducir el contenido de arsénico entre un 40% y un 60%.
Además de eso, limita la ingesta de tu hijo de jugo de manzana y jugo de uva, que las evaluaciones de CR en 2019 encontraron que contenían niveles más altos de arsénico inorgánico y plomo en general que otros jugos de frutas. Y minimiza los aperitivos para bebés, ya que nuestras pruebas muestran que estos son más propensos a ser altos en metales pesados, y son alimentos más altamente procesados.