Esta es una pregunta financiera complicada, y la respuesta depende de la buena voluntad de los padres y de sus circunstancias. Sin embargo, la mayoría de los asesores financieros que consultamos les aconsejan a los padres que prioricen los ahorros para su jubilación en lugar del pago de la universidad de sus hijos, al menos con su ingreso regular. La lógica detrás de esto es que puedes obtener préstamos para la universidad, pero no puedes obtener un préstamo para tu jubilación. Los padres deberían seguir ahorrando en sus cuentas 401(k) al menos hasta igualar los aportes a la jubilación de los empleadores. Si no tienes una cuenta 401(k), deposita dinero en una IRA [Cuenta individual de jubilación, por sus siglas en inglés] apropiada.

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Y si los padres realmente quieren contribuir, aun si han ahorrado dinero en un plan de ahorros universitarios 529, deben pensar detenidamente en cuánto dinero quieren sacar en préstamos. Sigue la misma regla general que Kantrowitz de Cappex.com les sugiere a los estudiantes que sigan. Dales preferencia a los préstamos federales Parent Plus en lugar de préstamos privados, ya que tienen ventajas clave, tales como opciones flexibles de reembolso. El total de la deuda asumida (para la educación de un hijo o más) no debería ser mayor a tu sueldo anual si te faltan 10 años o más para jubilarte, y debe ser menor cuanto más cerca estés. Si los costos son mayores, considera universidades menos caras.

Vanessa McClurg 29 años, Salt Lake City

University Of North Texas

$67,000
Préstamos estudiantiles

$73,000
Saldo restante

$522
Pago mensual

Ocupación: Gerente De Servicio De Taller Mecánico;

Sueldo: $32,000 Anuales

El padre de McClurg, un oficial retirado de la Fuerza Naval de Estados Unidos fue cosignatario de sus préstamos. Luego la enfermedad interrumpió su educación. Fue hospitalizada con neumonía en el segundo año y luego contrajo una infección por estafilococos. “Lo que yo no sabía”, dijo ella “es que no tenía un buen sistema inmunitario”. Luego de faltar a más de un año de clases, las abandonó en 2010.

McClurg se mudó a Utah y consiguió un trabajo por $9 la hora en un taller de reparación de autos, y dice que no pudo pagar sus préstamos durante algunos años. Entonces los cobradores de deudas “realmente me empezaron a perseguir”, dice, amenazando con llevarla a juicio. Luego dijeron que iban a perseguir a su padre también porque él había avalado sus préstamos. “Con seguridad le quitarían su pensión”, dice que le informaron. “Dijeron que tienen todo el derecho a hacerlo”. Finalmente, dice, “mi abuelo de 84 años de edad me dio hasta el último centavo que tenía” para que pudiera tener los préstamos al día.

McClurg dice que ahora gana $32,000 al año, que es suficiente para pagar $522 al mes por la educación que nunca completó.