Si tienes mucho dinero y puedes guardar entre $20,000 y $250,000 o más en cuentas aptas de depósito, jubilación o inversión, los grandes bancos te tenderán la alfombra roja, ofreciendo descuentos en préstamos, exenciones de tarifas e intereses más generosos sobre los ahorros. Por ejemplo, los clientes de Platinum Preferred Rewards de Bank of America que mantienen al menos $50,000 dólares en depósitos pueden obtener un descuento del 0.35% en un préstamo para un automóvil, una reducción de $400 en los costos de iniciación de un préstamo hipotecario e intereses del 0.06% en comparación con la tasa estándar del banco de 0.03.

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Pero los consumidores en 34 millones de hogares de los Estados Unidos que viven de sueldo a sueldo y tienen poco o nada que ver con un banco o una cooperativa de ahorro y crédito tradicional no obtienen ninguno de estos beneficios. Muchos en ese grupo piensan que el costo de la banca tradicional es demasiado elevado. Casi el 58% de las personas que respondieron a una encuesta del 2013 dijeron que no cumplían con los requisitos de saldo mínimo, y el 31% dijeron que el problema eran las tarifas altas o impredecibles relacionadas con las cuentas. La encuesta, que incluyó a casi 41,000 hogares, fue realizada por Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la Oficina de Censos.

Muchos consumidores de bajos ingresos que desean servicios bancarios ni siquiera tienen acceso a un banco. Los barrios pobres se han convertido en “desiertos bancarios”; el 93% de los cierres de sucursales desde el 2008 se han producido en zonas de bajos ingresos, según un estudio realizado por Bloomberg Business. Esos consumidores también tienen la desventaja de desconocer sus opciones bancarias. Eso crea un vacío en el mercado que es llenado por proveedores de servicios financieros predatorios, de altos precios; entre ellos, proveedores de préstamos del día de pago y compañías de cobro de cheques. Las tarjetas prepagadas pueden ser una mejor opción, pero algunas pueden tener tarifas innecesariamente altas. Estos consumidores son los que más necesitan los beneficios básicos otorgados a consumidores de mayores ingresos, tales como las cuentas corrientes gratuitas, el cobro gratuito de cheques y la banca en línea y móvil gratuita.

ARREGLANDO LA BANCA

Para cambiar eso, los defensores de Consumer Reports están trabajando con la Oficina de Protección Financiera de los Consumidores para prohibir las tarifas por sobregiros en tarjetas prepagadas y para hacer obligatorias las resoluciones de errores y ciertas protecciones legales. Se espera que las normas finales se establezcan a principios de este año y protegerán mejor a los consumidores cuando surjan problemas, así como lo hicieron con la interrupción de servicio de RushCard en octubre pasado, cuando los titulares de las tarjetas no pudieron acceder a su dinero por más de una semana. También le estamos pidiendo al Servicio Postal que utilice su autoridad para brindar servicios bancarios básicos y accesibles; entre ellos, tarjetas prepagadas recargables, cajeros automáticos, servicios de cobro de cheques, pago de cuentas, banca móvil, depósito directo y transferencias internacionales de dinero. El hogar promedio de bajos recursos gasta la impresionante suma de $2,412 por año en intereses y tarifas cobradas por servicios financieros alternativos, según un estudio de 2014 realizado por el inspector general del Servicio Postal. Por lo tanto, las operaciones bancarias a través del correo podrían ahorrarles sumas enormes. El Servicio Postal ya tiene la infraestructura establecida, especialmente en comunidades que han sido abandonadas por los bancos. Alrededor de 17,000 de las oficinas de correo de la nación se encuentran en zonas que cuentan con un solo banco o con ninguno.