Cómo prevenir un incendio en una secadora de ropa
Cuatro sencillos consejos para minimizar riesgos de incendio.
Es fácil pensar en la secadora de ropa como en un electrodoméstico que configuras y te olvidas de él. Pero antes de comenzar a que de vueltas con la siguiente carga y alejarte, piensa en esto: ¿Cuándo fue la última vez que limpiaste el conducto de la secadora?
Cada año, los bomberos de todo el país responden a alrededor de 13,820 incendios domésticos provocados por secadoras de ropa, según las últimas cifras de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA, por sus siglas en inglés). Casi el 27% de estos incendios son causados por una acumulación de pelusa, que puede restringir los conductos que expulsan el aire caliente al exterior.
Las señales de que tu secadora no funciona correctamente incluyen que la ropa tarde más en secarse, que la ropa esté muy caliente después del secado o que la máquina se apague inesperadamente, dice Richard Handel, el ingeniero que supervisa las pruebas de los electrodomésticos de lavandería de CR.
Algunas secadoras, incluidas muchas de nuestras calificaciones, tienen indicadores que te avisan de cuando hay una obstrucción en el conducto. Sin embargo, pruebas anteriores realizadas con estos dispositivos revelaron que, si bien algunos son buenos para detectar conductos completamente bloqueados, no son tan buenos para detectar bloqueos parciales.
Los incendios de secadoras son responsables de siete muertes, 344 heridos civiles y 233 millones de dólares en daños a la propiedad anualmente, según la portavoz de NFPA, Susan McKelvey. Teniendo en cuenta estos números, pedimos consejo a los expertos de CR sobre cómo reducir el riesgo de incendio en este electrodoméstico. A continuación, te mostramos cuatro prácticas sencillas para garantizar la seguridad en la lavandería.
Limpia el filtro de la pelusa
Ni una vez al mes, ni siquiera una vez a la semana: “Limpia la pelusa de la rejilla de la secadora después de cada carga”, aconseja Handel. “Esto ayuda a prevenir incendios y también ayuda a que la ropa se seque más rápido”.
Reemplaza si tienes un conducto estilo acordeón
Generalmente, las secadoras están equipadas con un orificio de ventilación de 4 pulgadas en la parte posterior que está conectado a la ventilación exterior mediante un conducto. Pero no todos los conductos son válidos.
Si ves un conducto estilo acordeón de plástico o aluminio que conecta tu electrodoméstico al respiradero, es una buena idea reemplazarlo. Este tipo de conducto es peligroso porque puede combarse, lo que permite que se acumule pelusa en los puntos bajos y quede atrapada en sus crestas.
Handel recomienda un conducto metálico rígido. “Las paredes lisas permiten que el aire fluya y también reducen la acumulación de pelusa”, expone. “Un conducto de metal flexible debería ser tu segunda opción”.
Otro consejo: usa conectores de conducto y abrazaderas metálicas o cinta de aluminio para unir secciones del conducto en lugar de tornillos para láminas de metal, que pueden atrapar pelusa y causar acumulación dentro del conducto.
Limpia el conducto de la secadora al menos una vez al año
Si notas que tu secadora tarda más en secar la ropa que antes, eso es una pista de que puede haber un bloqueo en el sistema de ventilación. Cuando estés secando una carga pon atención y mira el respiradero. ¿Ves o sientes el aire de escape? De lo contrario, el conducto de ventilación o escape puede estar bloqueado con pelusa.
Comienza desconectando tu secadora de la fuente de alimentación. Y si tienes una secadora a gas, cierra también la válvula de gas cerca de la secadora. “Desliza con cuidado la secadora lejos de la pared para que puedas acceder al respiradero que normalmente se encuentra en la parte posterior de esta”, añade Handel. “Si tienes una secadora a gas, ten cuidado de no estirar demasiado ni dañar la línea de gas”.
Desconecta el conducto de la secadora y aspira tanto la secadora como el conducto, todo lo máximo que puedas acceder. Cuando sea posible, separa el conducto en secciones más cortas para un mejor acceso, luego vuelve a ensamblar y conecta el conducto a la secadora. Asegúrate de que todas las juntas del conducto están conectadas correctamente y sujetas con abrazaderas o cinta de aluminio. Mientras lo haces, limpia detrás de la secadora y debajo de ella; la pelusa también se acumula allí. No olvides el área entre la pared de la secadora y el exterior. El aire también debe fluir libremente a través de esta zona más escondida.
Luego vuelve a poner la secadora en su lugar original y conéctala de nuevo. Puedes encenderla brevemente para eliminar cualquier pelusa residual afuera. Finalmente, revisa ocasionalmente la ventilación exterior después de un clima ventoso, períodos fríos de invierno y tormentas de nieve para asegurarte de que el conducto no esté bloqueado por nieve, hojas o incluso nidos de pájaros.
Trata las manchas químicas en la ropa con cuidado
La ropa manchada con gas, aceite de cocina, agentes de limpieza u otros productos químicos o sustancias inflamables necesita un cuidado especial. La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo recomienda lavar la ropa u otros artículos manchados más de una vez para minimizar los químicos volátiles y luego colgarlos para que se sequen.
Si tienes que usar una secadora, emplea la temperatura más baja y un ciclo de secado que concluya con un período de enfriamiento.
En caso de que se desate un incendio, mantén la puerta de la secadora cerrada para limitar el suministro de oxígeno; un incendio necesita oxígeno para expandirse.