familias disfrutando en el jardín
Illustration: ERIC HEINTZ

Después de pasar las mañanas explorando los campos, bosques y jardines de su aula al aire libre al norte de la ciudad de New York, los estudiantes y profesores de Little Leaf en la escuela de naturaleza Andrus-on-Hudson realizan una tarea esencial: comprobar si hay garrapatas.

Los niños preescolares se sientan en círculo en el suelo y cantan una canción sobre garrapatas (“garrapatita, ¿estás en mi manita? garrapatita, ¿estás en mi cabecita?) mientras los maestros los inspeccionan uno por uno, revisando su cabello y detrás de sus rodillas. Buscan garrapatas de venado, que pueden transmitir la  enfermedad de Lyme y otras enfermedades, y algunas veces son tan pequeñas como una semilla de amapola.

A los padres también se les recomienda aplicar repelente de insectos a sus hijos antes de ir a la escuela y a revisarlos de nuevo al volver de la escuela. Para mayor protección, Theresa McCaffrey, fundadora y directora de Little Leaf, hizo rociar el perímetro del aula del jardín con el pesticida permetrina.

Todo eso puede parecer muchísimo trabajo para un día al aire libre en un suburbio cubierto de hierba. Pero para millones de estadounidenses, se ha convertido en una necesidad de la vida diaria.

Las garrapatas portadoras de enfermedades que se encontraron en los 50 estados han aumentado significativamente su rango geográfico en los últimos 15 años, apareciendo en nuevos lugares casi todos los años y se multiplican rápidamente.

Los expertos en garrapatas en el noreste tienen historias sobre lugares tan infestados de garrapatas que prefieren no mencionarlos, ya que no quieren marcar un lugar como "el paraíso de las garrapatas". Un entomólogo de Long Island recordó haber encontrado 250 garrapatas en un solo arbusto. El año pasado, un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mostró que la cantidad de enfermedades transmitidas por garrapatas aumentó más del doble entre 2004 y 2016.

Los científicos están probando nuevos enfoques que puedan ayudar a frenar la explosión de enfermedades transmitidas por garrapatas, como la enfermedad de Lyme y la babesiosis. Pero no se ha demostrado que las soluciones de control de garrapatas a gran escala funcionen, según Richard Ostfeld, PhD, ecologista de enfermedades del Instituto Cary de Estudios de Ecosistemas en Millbrook, N.Y. Mientras tanto, las personas deben protegerse contra la grave amenaza de la enfermedad utilizando las mismas precauciones que tomaron en la escuela Little Leaf.

Thomas Mather, PhD, director del Centro de Enfermedades Transmitidas por Vectores de la Universidad de Rhode Island, ha estudiado las garrapatas desde 1983. Se le conoce como "el tipo garrapata" y dice que a lo largo de los años probablemente ha recogido más garrapatas de patas negras que nadie. El reciente aumento de las poblaciones de garrapatas es algo que Mather ha observado de primera mano. "Si las personas pudieran ver lo que yo veo”, dice, "nunca saldrían".

Una epidemia en aumento

En una encuesta nacional representativa reciente de 2,052 estadounidenses realizada por Consumer Reports, 4 de cada 10 personas dijeron que habían experimentado una picadura de garrapata. Pero muchos más son picados sin darse cuenta. Hoy en día, los CDC estiman que hay cerca de 300,000 nuevos casos de enfermedad de Lyme en los Estados Unidos cada año, y la mayoría de ellos no se reportan.

Y Lyme es la enfermedad más conocida transmitida por garrapatas. Sin embargo, al menos hay 7 nuevas enfermedades transmitidas por garrapatas que han aparecido desde 2004. (Consulta “Cómo una picadura de garrapata puede afectar tu salud”). Algunas pueden ser fatales si no se detectan de manera temprana.

Las garrapatas no son las únicas plagas que propagan enfermedades hoy en día.  Un estudio  publicado en marzo predice que a medida que el mundo se calienta, mil millones de personas nuevas podrían estar expuestas a enfermedades como el Zika, el dengue y la chikungunya, transmitidas por mosquitos, entre hoy y el 2080.

Cuando los mosquitos portadores de enfermedades alcanzan una nueva área en los Estados Unidos, hay respuestas estándar de salud pública, que incluyen métodos de control de la población en las que las ciudades, pueblos y condados realizan campañas de reducción de mosquitos. Pero cuando se trata de garrapatas, a menudo estás solo.

Y el problema no muestra signos de que vaya a disminuir: "La continua propagación de garrapatas, el descubrimiento de nuevos patógenos transmitidos por garrapatas y la propagación del brote de enfermedades a los humanos es casi una certeza", según un reporte de 2018 del Grupo de trabajo de enfermedades transmitidas por garrapatas designado por el Congreso.

Sin embargo, las enfermedades transmitidas por garrapatas han sido poco reconocidas y con un diagnóstico en extremo pobre. Los fondos para el tratamiento y especialmente para la prevención está en un "orden de magnitud mucho más bajo" que para otras amenazas a la salud pública, escribieron los autores en su informe. En gran parte el problema radica en nuestra limitada comprensión de las garrapatas en comparación con otras plagas que propagan enfermedades.

"La mayoría de las herramientas de control se han desarrollado para los mosquitos, y las garrapatas son organismos muy diferentes", dice Adriana Costero-Saint Denis, PhD, oficial del programa de biología vectorial en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. "La investigación sobre las garrapatas se encuentra un tanto retrasada". Y los científicos siguen descubriendo nuevas enfermedades transmitidas por garrapatas que aún no comprendemos. 

Una alergia misteriosa

Hace 10 años, los investigadores dirigidos por Thomas Platts-Mills, MD, PhD, de la Universidad de Virginia, empezaban a entender que las picaduras de garrapatas estrella solitaria causaban una alergia misteriosa y potencialmente mortal a la carne roja.

Estos investigadores han tratado de explicar por qué ciertos pacientes con cáncer reaccionaban mal a un medicamento conocido como cetuximab. En el mismo laboratorio, trabajaron para poder descubrir lo que estaba causando una reacción alérgica extraña a la carne roja, que se había observado en varios pacientes.

Platts-Mills y sus colegas rastrearon la reacción del medicamento a un azúcar (conocida como alfa-gal) que se encuentra en productos animales, que terminó en el medicamento porque se produjo utilizando células derivadas de ratones. Esa fue la primera pista: Las personas alérgicas al cetuximab y a la carne roja eran alérgicas a lo mismo: alfa-gal.

Es más, todas las personas con reacciones adversas al medicamento y a la carne roja provenían de los mismos estados del sur. La pregunta era por qué las personas en estos lugares habían desarrollado esta alergia inusual, que en ese momento no había aparecido en ninguna otra parte del país.

Al mismo tiempo que el equipo, con sede en Virginia, investigaba el misterio, 3 de los científicos desarrollaron una alergia a la carne roja. Y se dieron cuenta de que tenían algo en común: Todos habían sido picados por garrapatas en las semanas o meses antes de desarrollar la alergia. Comenzaron por preguntar a los pacientes alérgicos al alfa-gal sobre sus propias experiencias con las picaduras de garrapatas, y pronto vieron que los mapas de los CDC que mostraban el rango geográfico de las garrapatas estrella solitaria coincidían a la perfección con las ubicaciones de los pacientes que reaccionaban al alfa-gal.

Al estudiar un medicamento contra el cáncer, se toparon sin querer con una nueva enfermedad transmitida por garrapatas, una diferente a cualquiera de las otras enfermedades que se sabía que es transmitida por las garrapatas. 

"En ese momento, no sabíamos que esto iba a ser enorme", dice Scott Commins, MD, PhD, miembro del equipo original de la investigación. Para entonces, solo conocían unas cuantas docenas de casos. Ahora, dice, hay más de 5,000 personas con estas alergias, y aún no se conoce una cura o incluso una explicación de por qué el fenómeno se desencadena por las picaduras de garrapatas. Aún más extraño, otras especies de garrapatas están causando de alguna manera que las personas desarrollen alergias similares a la carne roja en el otro lado del mundo, en lugares como Australia, Sudáfrica y Suecia.

Las enfermedades que propagan

Las garrapatas estrella solitaria han vivido tradicionalmente en el sureste, pero a medida que el clima se calienta, se han ido extendiendo. Ahora se pueden encontrar tan al norte como Maine. Además de la alergia a la carne, las estrellas solitarias portan el virus Bourbon, el virus Heartland, la enfermedad de erupción asociada a la garrapata del sur y los patógenos que causan las infecciones bacterianas como la erliquiosis y la tularemia, que es tan contagiosa que se considera un arma biológica potencial.

El rango de las garrapatas de patas negras del este, conocidas como garrapatas de venado, también se está expandiendo y este tipo de garrapata no solo ocasiona la enfermedad de Lyme, sino la babesiosis, el virus Powassan y más. Lo que también sucede con las garrapatas del perro, que pueden ser portadoras de la potencialmente mortal fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, y las garrapatas de la Costa del Golfo, el vector de una enfermedad más leve llamada Rickettsia parkeri.

En 2017, los investigadores informaron por primera vez que detectaban la agresiva garrapata asiática de cuernos largos en los Estados Unidos, después de descubrir cientos de estas garrapatas en una oveja (borrego) en New Jersey y cientos más en su corral. Estas garrapatas esencialmente pueden clonarse, reproduciéndose asexualmente y poniendo entre uno y dos mil huevos a la vez. Ahora se han encontrado en al menos 9 estados. Si bien no hay evidencia de que esta especie de garrapata ya esté propagando enfermedades aquí, en el este de Asia se sabe que causa varias enfermedades, incluida una fiebre hemorrágica mortal.

"En la garrapata de cuernos largos, aún no hemos identificado ningún agente patógeno, pero no veo por qué no lo haríamos con el tiempo; creo que puede ser una cuestión de tiempo", dice Maria Diuk-Wasser, PhD, profesora asociada en el departamento de ecología, evolución y biología ambiental en la Universidad de Columbia; ella ha estado estudiando la invasión de la garrapata de cuernos largos en Staten Island, N.Y. "Básicamente puede invadir cualquier lugar".

Es bastante probable, dice Ostfeld, que las tasas de enfermedades transmitidas por garrapatas sigan en aumento. Junto con el clima más cálido, que da a las garrapatas una estación activa más prolongada, los cambios ambientales han llevado al crecimiento de poblaciones de ratones y venados, que portan las garrapatas que se alimentan de ellos, ayudando a que estas se propaguen.

Un problema frustrante, según Ostfeld, es que incluso las intervenciones que eliminan un gran número de garrapatas, como rociar el césped con insecticidas, no parecen disminuir las tasas de enfermedades transmitidas por garrapatas.

E incluso si tuviéramos una mejor comprensión de cómo matar las garrapatas, actualmente no hay un sistema de vigilancia nacional que monitoree las garrapatas que están propagando enfermedades. Los expertos de los CDC dicen que se están haciendo esfuerzos para mejorar la vigilancia, pero será difícil coordinar una respuesta de salud pública a las enfermedades transmitidas por las garrapatas antes de que exista un programa de vigilancia.

En todo el país, necesitamos "entender la distribución geográfica de las garrapatas infecciosas para comprender la propagación de las enfermedades y predecir dónde se encuentran las personas en riesgo", dice el informe del Grupo de trabajo de enfermedades transmitidas por garrapatas. Pero todavía hay "importantes deficiencias en la información". 

Hasta que surja una respuesta de salud pública más organizada, las medidas que se toman todos los días para los niños preescolares de McCaffrey pueden ser de gran ayuda. (Consulta “Cómo protegerse contra las garrapatas” más adelante). Los expertos dicen que estas medidas ofrecen una protección bastante efectiva a nivel individual, aunque no han sido suficientes para detener la propagación de la enfermedad. Incluso en áreas donde la sensibilización y la vigilancia son relativamente altas, las picaduras de garrapatas siguen siendo comunes. 

Librando la batalla

Algunas comunidades que han estado luchando contra las garrapatas por más tiempo buscan hoy en día soluciones más innovadoras.

En Shelter Island en New York, una gran reserva natural, pantanos y bosques llenos de robles y hayas, han hecho de la isla un refugio para las garrapatas. Los residentes de este lugar están tan familiarizados con las enfermedades transmitidas por garrapatas que los lugareños dicen que los médicos considerarán que las garrapatas son la causa de casi cualquier enfermedad, dice Jim Bevilacqua, MD, presidente del Comité de Venados y Garrapatas de la ciudad.

Los años de intentar persuadir a las personas para que tomen medidas para protegerse no necesariamente han detenido la propagación de estas enfermedades, por lo que el objetivo ahora es tratar de controlar a la población de venados, dice Bevilacqua. Con menos venados, la esperanza es que habrá menos garrapatas.

En el condado de Dutchess, New York, el corazón de la epidemia de Lyme, The Tick Project, (el Proyecto garrapata), dirigido conjuntamente por Ostfeld, pone a prueba un pesticida en aerosol hecho de un hongo que mata las garrapatas, así como pequeñas cajas de cebo que pueden aplicar una gota del pesticida fipronil a los ratones. Si el nuevo aerosol, las cajas de cebo, o la combinación de los dos, reducen con éxito las enfermedades transmitidas por garrapatas al implementarse a una escala de vecindario, será un primer paso.

Para hacer mella en el problema, los esfuerzos para controlar a los venados y otras poblaciones que albergan estas plagas probablemente deberán combinarse con nuevos tipos de pesticidas, dice Diuk-Wasser. Comenta que en algunos lugares las personas prefieren usar productos que se comercializan como orgánicos o naturales, pero los expertos dicen que muchos de estos productos simplemente no funcionan. Ya sea que los científicos puedan o no desarrollar pesticidas "naturales" efectivos que luego se adopten ampliamente, las personas tendrán que seguir protegiéndose porque ninguna de estas estrategias por sí sola eliminará las enfermedades transmitidas por las garrapatas. "No hay una solución mágica", dice ella. 

Incluso si esos recursos son efectivos a nivel local, los expertos dicen que también se necesitan otras intervenciones, algunas que requieren millones de dólares en inversión pública. En el caso de Lyme, podría ser posible introducir una vacuna.

(Una vacuna anterior se suspendió debido a la falta de demanda y reportes de efectos secundarios como la artritis, aunque la investigación mostró que la artritis no era de hecho más común en las personas que habían recibido la vacuna).

Los científicos trabajan además en formas de editar los genes de la garrapata para que ya no puedan propagar la enfermedad, aunque estas estrategias no están ni siquiera cerca de estar listas para uso público.

Mientras tanto, las garrapatas continuarán propagándose y continuarán surgiendo nuevas enfermedades transmitidas por garrapatas, a menudo antes de que entendamos completamente cómo funcionan o cómo deben manejarse.

Commins dice que en el fondo, la preocupación no solo se centra en la falta de soluciones para enfermedades como la babesiosis, los cientos de miles de infecciones de Lyme cada año y más, sino que aún no hemos empezado a comprender el alcance del problema. El hecho de que los científicos recién descubrieran que las garrapatas pueden propagar una alergia, por ejemplo, sugiere que "quizás haya otras cosas que las picaduras de garrapatas pueden hacer que todavía no reconocemos", dice. "Puede haber más detrás de una picadura de garrapata de lo que nos damos cuenta hasta este momento".

Cómo protegerte contra las garrapatas

1. Antes de salir

Usa uno de los repelentes de insectos con mejor calificación de CR para cubrir la piel expuesta. También puedes usar ropa tratada con el insecticida permetrina. Usa mangas largas y pantalones, y mete tus pantalones dentro de tus calcetines.

2. Cuando entres a la casa

Pon tu ropa en la secadora a máxima potencia durante 10 minutos para eliminar las garrapatas que podrían haber quedado en la ropa. Los CDC también recomiendan tomar una ducha para que las garrapatas que no se han adherido se vayan con el agua. Revisa tu cuerpo de forma exhaustiva, especialmente en lugares donde las garrapatas tienden a adherirse, como en el interior del ombligo, entre las piernas, dentro y alrededor de las orejas y el cabello, y la parte posterior de las rodillas.

3. Si encuentras una garrapata

Sácala con un par de pinzas de punta fina, dicen los CDC. Sujeta la garrapata lo más cerca posible de la piel y jala hacia arriba de manera constante, no tuerzas ni hagas movimientos bruscos con la mano. Las garrapatas tienden a arrastrarse sobre la piel antes de encontrar un lugar para adherirse, por lo que es posible que puedas encontrar una garrapata antes de que te pique. Cuanto más tiempo estén adheridas, mayor es la probabilidad de que te transmitan la enfermedad. Por ejemplo, una garrapata tiende a estar adherida durante 36 a 48 horas antes de transmitir la enfermedad de Lyme.

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