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    Cómo aliviar el dolor crónico en músculos, nervios y en todo el cuerpo

    Los expertos ahora entienden mejor las causas de los diferentes tipos de dolor crónico. Aquí te contamos cuáles son los tratamientos que pueden ayudarte a sentir alivio.

    A person's hands are placed on their lower back while wearing a neutral-toned top. Photo: Eloisa Ramos/Stocksy

    Casi todas las personas sienten dolor alguna vez.

    Puede empezar como una punzada en la espalda, un dolor leve y constante en la rodilla o un hormigueo en las plantas de los pies. Tal vez dormiste en una mala posición o levantaste muy rápido la bolsa del mandado. Por lo general, la molestia desaparece sola o con remedios sencillos pueden ayudar a calmarla.

    Pero para aproximadamente una cuarta parte de los adultos en Estados Unidos, la molestia persiste lo suficiente como para cumplir con la definición de dolor crónico: dura más de tres meses o más del tiempo esperado de recuperación.

    A veces, el dolor no solo persiste, sino que se intensifica: el hormigueo se convierte en una punzada aguda; la molestia, en un dolor constante. Aproximadamente 1 de cada 12 estadounidenses llega a tener un dolor tan fuerte que dice que le limita sus actividades normales casi todos los días o incluso a diario.

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    Muchas personas viven el dolor crónico como una búsqueda larga y frustrante de un alivio efectivo, que casi siempre implica ir saltando entre distintos médicos y tratamientos. Pero ahora surge un panorama más alentador, gracias en parte a que se está entendiendo mejor qué es lo que realmente provoca el dolor persistente.

    “El dolor crónico es una condición compleja que involucra tanto al sistema nervioso como al cuerpo, no es solo un dolor que queda después de una lesión,” dice Mark C. Bicket, MD, PhD, profesor asociado de anestesiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan en Ann Arbor. Esa punzada constante, ese hormigueo o ese dolor no son solo síntomas, ahora los médicos saben que el dolor crónico es “una enfermedad por sí sola”, dice Bicket.

    Los científicos han descubierto que los cambios en el sistema nervioso pueden hacer que algunas personas sean más sensibles al dolor. Y hay algunos factores que no pueden detectarse en un análisis de sangre o en una imagen– como las creencias que una persona tiene sobre el dolor– pueden, realmente, influir en cómo se siente el dolor.

    Este cambio significa que hoy en día existen más opciones de tratamiento que nunca, incluyendo dispositivos de estimulación nerviosa, terapia física, técnicas psicológicas y una amplia variedad de medicamentos.

    Para lograr un alivio óptimo, muchos de estos tratamientos se pueden combinar y adaptar según el tipo de dolor que tengas y tus preferencias. Un médico general o un especialista en dolor pueden ayudarte a evaluar los beneficios y riesgos de cada opción según sea tu caso.

    Aun así, la solución puede no ser rápida. “Es importante entender que manejar el dolor crónico es más como una maratón que una carrera de velocidad,” dice Bicket. “Puede que no desaparezca de la noche a la mañana, pero si tienes paciencia y recibes los tratamientos adecuados, definitivamente puedes volver a llevar una vida plena.”

    Alivia el dolor en músculos y articulaciones

    Cualquier dolor que se origine como resultado de una lesión, como un golpe o un tobillo torcido, se denomina dolor nociceptivo.

    ¿Cómo se siente? Es un dolor que puede ser pulsante, constante o una sensación de presión en músculos y articulaciones (los lugares más comunes), pero también puede sentirse en huesos, piel, tendones, ligamentos e incluso en órganos internos. La mayoría del dolor crónico entra en esta categoría.

    Qué lo causa: Varios tipos de lesiones, como desgarres musculares, desgarres de ligamentos y torceduras, pueden provocar dolor crónico en músculos y articulaciones. Esto sucede cuando la inflamación que genera la lesión no desaparece, incluso después de que la lesión inicial ya haya sanado. El desgaste natural que el cuerpo sufre con la edad también puede causar enfermedades inflamatorias que son dolorosas, como la osteoartritis y la enfermedad degenerativa del disco (cuando se desgasta la amortiguación de la columna vertebral).

    Cómo aliviarlo
    Cuando sufres de dolor en músculos y articulaciones, es común que evites hacer ejercicio por miedo a empeorar la molestia. Pero estudios han demostrado que practicar actividades de bajo impacto– como yoga, tai chi, ciclismo y natación– puede reducir la intensidad del dolor y mejorar tu calidad de vida.

    Si no sabes por dónde empezar de forma segura, la terapia física puede ayudarte a aprender ejercicios que puedes hacer en casa o en el gimnasio para estirar o fortalecer cierta área específica sin riesgo de lesión.

    “Las terapias de movimiento son muy útiles para ayudar a que las personas vuelvan a moverse y superen sus miedos,” dice Daniel Clauw, MD, profesor de anestesiología, medicina y psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan. “Porque muchas veces, el dolor crónico, hace que las personas le tengan miedo al movimiento, y eso termina empeorando el dolor”.

    También puedes probar con medicamentos. Los antiinflamatorios no esteroides (NSAIDs), como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden reducir temporalmente la inflamación y el dolor en personas con dolor crónico en músculos o articulaciones. Sin embargo, exceder la dosis recomendada puede causar efectos secundarios, como úlceras en el estómago y sangrado gástrico.

    Los tratamientos tópicos, como los parches de lidocaína o capsaicina, funcionan bien si el dolor se localiza en una zona. Y ciertos antidepresivos, en particular la duloxetina, también pueden ayudar, ya que estos medicamentos no solo afectan el estado de ánimo, sino que también pueden cambiar la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor.

    Controla el dolor del nervio

    El dolor del nervio, también conocido como dolor neuropático, es causado por un daño o enfermedad que afecta al sistema nervioso.

    ¿Cómo se siente? Puede ser un dolor agudo, como un cuchillo– que dispara o punza– o sensaciones eléctricas extrañas (como pinchazos, entumecimiento u hormigueo). Las personas con dolor del nervio suelen ser muy sensibles a cosas que normalmente no duelen, como un toque ligero o los cambios de temperatura.

    Qué lo causa: Las condiciones más comunes que provocan dolor del nervio crónico son la neuropatía diabética, la neuralgia postherpética y un nervio comprimido en la columna. La neuropatía diabética, que suele afectar las piernas y los pies, es un daño nervioso causado por el alto nivel de azúcar en personas con diabetes. La neuralgia postherpética es una complicación del herpes zóster. Un disco herniado o la artritis en la columna pueden causar un nervio pinzado.

    Cómo aliviarlo
    Los analgésicos comunes como el ibuprofeno generalmente no ayudan con el dolor nervioso. En su lugar, los medicamentos de primera línea son antidepresivos como la duloxetina y anticonvulsivos como la gabapentina, que funcionan calmando los nervios demasiado activos. Los parches tópicos de lidocaína y capsaicina pueden reducir la hipersensibilidad y el dolor espontáneo (que aparece sin un motivo aparente) que a menudo experimentan las personas con dolor nervioso. También puede ser efectivo un dispositivo de estimulación nerviosa, como la unidad TENS.

    Más allá de los medicamentos y dispositivos, cada vez más investigaciones muestran que la terapia cognitivo-conductual, así como la atención plena (mindfulness) y la meditación, pueden ayudar a aliviar el dolor nervioso crónico. Una revisión del 2024– que analizó 33 estudios con 1,453 participantes– encontró que estas técnicas pueden reducir significativamente el dolor, alguna discapacidad y el malestar emocional.

    “Llevamos 20 años estudiando los efectos de la meditación basada en la atención plena sobre el dolor crónico, comparándolo con un placebo”, afirma Fadel Zeidan, PhD, director del Laboratorio de Dolor, Salud y Mindfulness de la Universidad de California en San Diego. “Lo que hemos descubierto es que la atención plena es muy efectiva para aliviar de forma inmediata y directa la experiencia del dolor provocado.” (El dolor provocado se refiere a los brotes repentinos de dolor que pueden ocurrir con ciertos movimientos, como agacharse o darse la vuelta, o con estímulos como el frío o la presión).

    Puedes empezar con la meditación guiada de atención plena utilizando recursos gratuitos en línea. Prueba la aplicación Insight Timer o la aplicación Mindfulness Coach del Departamento de Asuntos de Veteranos, o el sitio web de UCLA Mindful.

    También puedes pedirle a tu médico de cabecera que te refiera con un profesional de salud mental con licencia especializado en terapia para el dolor crónico, que pueda incluir la terapia cognitivo-conductual basada en atención plena o la terapia de aceptación y compromiso (ACT). Esta última ayuda a las personas a aceptar su dolor, hacer cambios en su estilo de vida para reducir sus efectos y enfocarse en estrategias que les permitan hacer más de las cosas que realmente les importan.

    Alivia las molestias en todo el cuerpo

    Un tercer tipo de dolor, identificado por primera vez como categoría independiente en el 2016, surge sin que haya evidencia de lesión o daño en los nervios.

    ¿Cómo se siente? Se llama dolor nociplástico, y se caracteriza por ser muy generalizado– a veces se siente por todo el cuerpo– y en ocasiones muy intenso. Las personas pueden experimentar dolor en distintas partes del cuerpo en momentos diferentes, o en varias zonas al mismo tiempo.

    El dolor generalizado suele ir acompañado de cansancio, problemas para dormir y sensibilidad a estímulos como luces brillantes, ruidos fuertes y olores fuertes.

    Qué lo causa: Las personas con dolor generalizado presentan cambios en su sistema nervioso que aumentan su sensibilidad al dolor. Imagina que, para algunas personas, el control del volumen personal para el dolor está permanentemente en 10– esa es la mejor explicación que tienen los científicos para este tipo de dolor, que puede ser debilitante.

    Entre las condiciones que causan dolor nociplástico se encuentran la fibromialgia, el síndrome de dolor vesical, el síndrome de dolor regional complejo y el dolor de espalda inespecífico.

    Cómo aliviarlo
    El primer paso es intentar reducir la sensibilidad del sistema nervioso.

    Moverse y mantenerse activo puede ayudar a dormir mejor, lo que a su vez puede aliviar este tipo de dolor. No es necesario hacer ejercicio intenso, basta con hacer alguna actividad física ligera. Caminar, hacer yoga o tai chi pueden ser buenos puntos de partida, dice Clauw. Si tu dolor es severo, lo mejor es empezar a moverte bajo la supervisión de un fisioterapeuta.

    Algunas técnicas psicológicas que funcionan para el dolor nervioso también pueden ayudar en este caso. Por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual enseña habilidades para enfrentar el dolor y reduce su intensidad al cambiar pensamientos negativos. La terapia de reprocesamiento del dolor ayuda a las personas a ignorar señales de dolor que podrían ser falsas alarmas.

    Los mejores tratamientos para problemas agudos

    Siempre debes acudir a un médico si tienes un dolor muy fuerte, que empeora o que no mejora con remedios caseros. Busca atención inmediata si el dolor viene acompañado de entumecimiento o debilidad, pérdida del control de la vejiga o los intestinos, pérdida de peso inexplicada o fiebre. Para el dolor general causado por cosas como músculos tensos, cirugías o esguinces, esto es lo que realmente funciona.

    Método RICE
    Para el dolor agudo en músculos o articulaciones, el método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación) es una forma rápida y segura de aliviar el dolor de inmediato. Descansa después de una lesión para ayudar a que tu cuerpo sane, usa bolsas de hielo para adormecer los tejidos, aplica compresión suave para controlar la inflamación y eleva la zona lesionada por encima del nivel del corazón.

    Medicamentos de venta libre
    El ibuprofeno es mejor para el dolor relacionado con inflamación, como el dolor agudo de espalda y cuello, esguinces musculares, infecciones sinusales y dolor de muelas. Por otro lado, el acetaminofén reduce las señales de dolor en el sistema nervioso, lo que puede hacerlo una buena opción para afecciones como dolores de cabeza y dolor de garganta.

    Terapia física
    Las investigaciones han encontrado que las personas con dolor lumbar agudo que comienzan terapia física temprano suelen usar menos opioides y tienen menos probabilidades de necesitar una inyección en la columna o cirugía. Es posible que ni siquiera necesites una referencia médica.

    Acupuntura
    Una revisión del 2022 encontró que la acupuntura es efectiva para el dolor agudo. Aunque algunos estudios sugieren que puede haber un efecto placebo, la acupuntura es bastante segura y puede ayudar a las personas a evitar depender de medicamentos para el dolor.

    ¿Deberías consultar a un especialista en dolor?

    Si tienes dolor crónico que no responde a los tratamientos iniciales o secundarios, o que parece empeorar con el tiempo, podría ser momento de visitar a un especialista en dolor. Estos son médicos con formación y certificación especializados en el manejo del dolor (más allá de su especialidad inicial), y cuentan con una variedad de tratamientos para ayudarte a encontrar alivio.

    Por lo general, los especialistas en dolor cuentan con una certificación oficial en anestesiología, neurología, medicina física y rehabilitación, o psiquiatría. También pueden conectar a los pacientes con fisioterapeutas, psicólogos especializados en dolor y otros expertos.

    La medicina del dolor se considera una subespecialidad. Puedes buscar médicos certificados para ejercerla a través de los directorios de organizaciones como el American Board of Anesthesiology, el American Board of Physical Medicine and Rehabilitation y el American Board of Psychiatry and Neurology. Si vives cerca de un centro médico académico, llámalos: muchos cuentan con clínicas de dolor multidisciplinarias que reúnen a varios especialistas en un solo lugar.

    Busca un especialista o clínica que ofrezca una amplia variedad de tratamientos no farmacológicos (como terapia física y terapia psicológica) en lugar de solo medicamentos o inyecciones. Antes de agendar una cita, verifica con tu aseguradora si necesitas una referencia de tu médico general. 

    Nota del editor: Este artículo se publicó en la edición de septiembre/octubre del 2025 de la revista Consumer Reports.


    Meeri Kim

    Meeri Kim

    Meeri Kim is a freelance writer who covers health and science topics for Consumer Reports and The Washington Post. She lives in Pasadena, Calif., with her husband, daughter, and dog. In her spare time, she enjoys hiking, running, and biking.