Cómo combatir un resfriado fuerte o la gripe
Remedios que te ayudarán a aliviar los dolores, la tos y la fiebre y a veces, incluso, a acortar una infección viral
Las infecciones de las vías respiratorias altas, como el resfriado común y la gripe, pueden hacerte sentir muy mal. ¿Qué pude ayudarte a sentirte mejor más rápido?
Algunos medicamentos de venta libre a los que puedes haber recurrido cuando eras más joven pueden ser menos útiles o apropiados ahora, dice la doctora Rebecca Masutani, profesora asistente en la Facultad de Medicina Icahn en el Monte Sinai Brookdale del Departamento de Geriatría y Medicina Paliativa en la ciudad de Nueva York. “A menudo no funcionan e incluso pueden conllevar riesgos para la salud”.
De hecho, según un grupo consultivo de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), no hay pruebas suficientes de que la dosis recomendada de fenilefrina oral (utilizada como descongestionante en muchos medicamentos para la tos y el resfriado) sea eficaz. A continuación, te indicamos qué remedios caseros y medicamentos de venta libre pueden ayudarte a aliviar los síntomas, además de cuándo debes considerar los medicamentos recetados y qué es mejor no tomar.
Remedios caseros que funcionan
Algunos de los remedios más seguros y eficaces contra el resfriado pueden encontrarse en tu propia casa, afirma Masutani. Entre ellos se incluyen:
Miel: Esto se recomienda a menudo para la tos en los niños, pero también funciona para los adultos, dice el doctor Michael Hochman, un internista en Los Ángeles.
Una revisión de estudios publicada en 2020 en el British Medical Journal lo avala. Trata de añadir una cucharada a una taza de té de hierbas caliente, dice Masutani. El líquido puede ayudar a hidratarte y aliviar la congestión, mientras que la miel puede aliviar la tos y calmar el dolor de garganta. (Si tienes diabetes o prediabetes, Hochman aconseja hablar primero con tu médico).
Caldo de pollo: “Una de las mayores complicaciones de las infecciones respiratorias como el resfriado y la gripe entre los adultos mayores es la deshidratación”, dice Hochman. “El caldo de pollo hidrata y aporta electrolitos”. Un estudio del año 2000 sugirió incluso que tiene propiedades antiinflamatorias.
Humidificador de vapor frío: El aire seco puede empeorar la congestión nasal, dice Hochman. Un humidificador ajustado de un 30 a 50 por ciento de humedad debería producir suficiente humedad.
Gárgaras con agua salada: Disuelve entre media y una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y haz gárgaras con la solución y luego escúpela. Repítelo tantas veces como quieras para ayudar a aflojar la mucosidad, aliviar el dolor de garganta y la congestión nasal, dice la doctora Kathryn Boling, médico de medicina familiar en el Mercy Medical Center de Baltimore.
Dormir con la cabeza elevada: “Permite que los senos nasales drenen, para que no te despiertes a mitad de la noche con la nariz tapada”, dice el doctor William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee. “Solo una almohada extra o dos pueden marcar una gran diferencia”.
Medicamentos de venta libre
Aunque no existe un enfoque terapéutico único para todos los casos, conviene tener a la mano lo siguiente:
Paracetamol (acetaminophen): Puede ayudar a aliviar la fiebre, el dolor de cabeza y los dolores musculares, dice Masutani. Es seguro para la mayoría de los adultos mayores tomar hasta 3,000 mg al día.
Enjuagues nasales salinos: En general, son seguros y funcionan bien para expulsar la mucosidad de la cavidad nasal, según Hochman. Puedes utilizarlos al menos varias veces al día. Una opción similar es el neti pot.
Aerosoles nasales: Si los enjuagues salinos no funcionan, considera un descongestionante nasal de venta libre como la oximetazolina (Afrin y genéricos), pero solo por un par de días, dice Melissa Green, farmacéutica geriátrica del Hospital de la Universidad de Utah en Salt Lake City. Transcurridas más de 72 horas, pueden causar congestión de rebote porque afectan al funcionamiento de los vasos sanguíneos. Además, consulta con tu médico o farmacéutico con anterioridad si padeces enfermedades relacionadas con el corazón.
Expectorantes: La guaifenesina (Mucinex y genéricos) diluye la mucosidad y facilita la expectoración. Aunque esto puede ser útil, beber mucho líquido puede tener el mismo efecto, según Green.
Pastillas para la tos: Pueden ayudar a aliviar el dolor de garganta y calmar la tos seca, dice Boling. Los ingredientes que terminan en “caína” (como la benzocaína) adormecen temporalmente la garganta.
Adultos mayores: Piensen dos veces en estos ingredientes
Los adultos mayores deben evitar o tener cuidado con ciertos ingredientes que a menudo se encuentran en los medicamentos combinados para la tos y el resfriado, dice Green. Los medicamentos combinados también pueden contener paracetamol. Así que, si usted toma paracetamol por sí solo y añade un medicamento de múltiples ingredientes, podría estar tomando demasiado.
Pseudoefedrina y fenilefrina: A pesar de los hallazgos de la FDA sobre la fenilefrina, todavía puedes encontrar productos con ella en las estanterías de las tiendas. Estos descongestionantes no se recomiendan para los adultos mayores, ya que pueden aumentar la frecuencia cardiaca y la presión arterial, dice Green.
Difenhidramina: Este antihistamínico (Benadryl y genéricos) se menciona a menudo para ayudar con estornudos y secreción nasal, dice Masutani. Pero puede causar efectos secundarios como mareos y somnolencia.
Dextrometorfano: Green dice que, con los adultos mayores, “hemos visto casos de mareos y confusión” en aquellos que usan este supresor de la tos, que se encuentra en Delsym, Robitussin y otros productos. “Parece tener un impacto diferente en los adultos mayores que en los más jóvenes”.
Antiinflamatorios no esteroideos: El ibuprofeno (Advil, Motrin y genéricos) y el naproxeno (Aleve y genéricos) pueden aliviar el dolor y la fiebre, pero conllevan un mayor riesgo de hemorragia gastrointestinal en los adultos mayores.
¿Y los suplementos?
Algunos suplementos ayudan a prevenir o aliviar los síntomas de las infecciones respiratorias. Pero ¿pueden ayudar realmente estos productos de venta libre?
Productos como la equinácea, la baya del saúco y la vitamina C pueden ser populares, pero la mejor evidencia puede ser la de los suplementos de zinc.
“Hay algunas evidencias de que si tomas al menos 75 mg al día de pastillas de zinc a partir del día en que empiezas a experimentar los síntomas, se puede acortar el tiempo que te sientes enfermo”, dice Green.
Pero debes tener en cuenta que las pastillas de zinc pueden provocar efectos secundarios desagradables, como molestias estomacales o un sabor desagradable o alterado en la boca.
Si estás pensando en tomar suplementos de zinc, Green sugiere que hables primero con tu médico. Unos niveles elevados de zinc pueden interferir con los medicamentos, incluidos algunos antibióticos.
Si necesitas una receta
Dado que los adultos mayores son más propensos a desarrollar complicaciones derivadas de la gripe o el COVID-19, si tienes tos, fiebre y congestión nasal, acude a tu médico o a una clínica de atención urgente para que te hagan las pruebas de la gripe y la del COVID-19, dice Schaffner. Si das positivo en alguno de los dos, te deberían recetar un medicamento antiviral.
“Los antivirales reducen la probabilidad de que tu enfermedad más leve pase a ser más grave”, dice. “El objetivo es mantenerte fuera del hospital y, posiblemente, incluso acortar ligeramente la duración de la enfermedad”.
Un antiviral de receta para la gripe, como oseltamivir (Tamiflu y genérico), tomado durante cinco días puede ayudarte a recuperarte más rápido. Y para el COVID-19, tu médico puede recomendarte los antivirales nirmatrelvir y ritonavir (tomados juntos como el medicamento Paxlovid). Una revisión de 2022 publicada en la revista Clinical Infectious Disease descubrió que reducía el riesgo de COVID-19 grave en un 46%.
“Lo recomiendo para la mayoría de los adultos mayores porque les ayudará a mantenerse fuera de la sala de emergencias”, dice Schaffner.
¿Cuándo debes acudir al médico?
Es una buena idea acudir al médico siempre que se presenten síntomas de infección respiratoria, para descartar la gripe o el COVID-19, afirma el doctor Ronan Factora, geriatra de la Clínica Cleveland. Y después de esa visita inicial, querrás volver a ponerte en contacto con tu médico, y hacerlo de inmediato, si experimentas alguno de los siguientes problemas:
- Dificultad para respirar o respiración inusualmente rápida.
- Deshidratación. (La orina oscura puede ser un signo).
- Fiebre que dura más de cuatro días.
- Otros síntomas, como tos o fiebre, que duran más de 10 días sin mejorar significativamente.
- Síntomas que mejoran, pero luego reaparecen o empeoran.
- El empeoramiento de una enfermedad crónica.
Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de marzo de 2024 de Consumer Reports On Health.