una garrapata que puede causar enfermedad de lyme
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Según un estudio reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se calcula que cada año se producen 476,000 casos de la enfermedad de Lyme en los Estados Unidos, lo que la convierte, por mucho, en la enfermedad transmitida por insectos más común en este país.

Pero aunque el Lyme está muy extendido y el número de casos va en aumento, muchos aspectos de la enfermedad, como las mejores formas de diagnosticarla y tratarla, y hasta qué punto puede convertirse en una afección crónica, siguen sin estar claros.

"Definitivamente hay cierta confusión y también algo de desinformación", dice Amy Schwartz, epidemióloga de los CDC. "Y es importante corregir eso, ya que sin el tratamiento adecuado, la condición puede ser devastadora".

Aquí encontrarás un análisis de lo que saben y no saben los científicos sobre esta peligrosa enfermedad que es cada vez más frecuente.

Cómo se disemina la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme se propaga principalmente por la bacteria conocida como Borrelia burgdorferi, que se transmite a los seres humanos, a los animales domésticos y a las criaturas del bosque (incluidos los ratones y los ciervos) por la garrapata de patas negras, a veces denominada garrapata del ciervo, y la garrapata occidental de patas negras. En raras ocasiones, la enfermedad de Lyme también puede ser causada por una bacteria recientemente descubierta, la Borrelia mayonii, también transmitida por garrapatas de patas negras.

Tanto los CDC y la Sociedad estadounidense de enfermedades infecciosas (IDSA) están de acuerdo en que las garrapatas tienen que permanecer adheridas de 24 a 48 horas para transmitir la bacteria causante de la enfermedad de Lyme. (Otras enfermedades propagadas por estas garrapatas, como el virus Powassan, pueden transmitirse más rápidamente).

La enfermedad se presenta con mayor frecuencia al final de la primavera y a principios del verano, cuando las garrapatas jóvenes (del tamaño de una semilla de amapola) son más activas y cuando las personas tienden a pasar más tiempo al aire libre.

Tanto la garrapata de pata negra como las enfermedades que transmite son más comunes en el noreste, el Atlántico medio y el centro-norte de los Estados Unidos. Los estados con los mayores índices de casos confirmados de la enfermedad de Lyme son Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nueva Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Virginia, Virginia Occidental y Wisconsin, además del Distrito de Columbia. La garrapata de patas negras puede encontrarse en casi todo el este del río Misisipi, mientras que la garrapata de patas negras occidental, que también puede transmitir el Lyme, se encuentra en California, Oregón y Washington, y en partes de Arizona y Utah.

A pesar de lo que puedas haber leído en línea, la gran mayoría de los científicos están de acuerdo en que haber sido picado por una garrapata de patas negras es realmente la única manera de contraer la enfermedad de Lyme: No te puedes contagiar por relaciones sexuales, por comer carne de venado, ni por cualquier garrapata. Tampoco puedes contagiarte por contacto directo con tus mascotas o por cualquier otro animal del bosque; solamente las garrapatas pueden transmitir la enfermedad a los humanos. Los CDC afirman que es muy poco común que el Lyme pueda transmitirse al feto en el útero de una mujer embarazada infectada.

Cómo protegerte

La buena noticia es que puedes tomar varias medidas para, en primer lugar, disminuir el riesgo de ser picado por una garrapata infectada. Aquí te mostramos como:

  • Si puedes, evita las zonas con garrapatas, sobre todo durante la temporada alta de garrapatas (de finales de primavera a principios de otoño). Se trata de zonas boscosas y arboladas con mucha hierba y hojarasca.
  • Cuando pases tiempo en una zona infestada de garrapatas, presta mucha atención a la ropa que usarás. Usa mangas, pantalones y calcetines largos. Los colores claros son los mejores porque se pueden detectar las garrapatas más fácilmente. Para evitar que las garrapatas se metan en tu ropa, métete los pantalones dentro de los calcetines y la camisa dentro de los pantalones.
  • Después de estar al aire libre, dúchate para quitar las garrapatas que pudieran estar arrastrándose por tu piel pero que aún no estén adheridas. Mientras estés allí, comprueba si hay garrapatas adheridas a tu cuerpo, especialmente en los pliegues de la piel, como las axilas y la ingle, y detrás de las orejas. Recuerda que las garrapatas jóvenes son diminutas, del tamaño de una semilla de amapola, por lo que pueden ser difíciles de detectar. (Consulta estos consejos para eliminar las garrapatas que encuentres). 
  • Otra medida útil: Mete la ropa en la secadora durante 15 minutos a máxima potencia para matar las garrapatas que pudieran estar escondidas.

Cómo saber si has sido infectado

La forma más obvia de saber si has sido infectado por la enfermedad de Lyme es comprobar si aparece la reveladora erupción en forma de ojo de buey (llamada eritema migratorio), que se desarrolla en el 70 % u 80 % de los casos. Si sabes que te ha picado una garrapata de patas negras, deberás estar atento a esta erupción alrededor del lugar de la picadura. Estas imágenes de los CDC pueden ayudarte a hacerte una idea del aspecto que puede tener la erupción si aparece en tu piel.

Si no aparece dicha erupción, o si nunca encontraste una garrapata en tu cuerpo, pero si desarrollas los síntomas de la enfermedad de Lyme (fiebre, escalofríos, dolor en las articulaciones) después de estar en un área infestada durante la temporada de garrapatas, debes preguntar a tu médico si es posible que se trate de la enfermedad de Lyme.

La prueba de sangre tiene dos niveles (o componentes) y es importante asegurarse de que el médico efectúe ambos. "Es un error frecuente entre los médicos que se puede omitir la primera parte", dice el doctor Paul Auwaeter, presidente de IDSA. "Muchos médicos hacen eso y terminan malinterpretando los resultados y diagnosticando mal a sus pacientes".

También es importante el tiempo de la prueba, dice él. Puede tomar semanas para que el cuerpo aumente su respuesta inmunológica contra la bacteria que causa la enfermedad de Lyme y para producir los anticuerpos que las pruebas de sangre están diseñadas para medir. Así que si la prueba es negativa en el primer mes después de la picadura (o después que se presenten los síntomas), deberías volver a examinarte después de algunas semanas. "En las primeras semanas, la prueba no puede detectar la infección de forma confiable", dice Auwaerter. "Pero si las personas han tenido síntomas desde hace más tiempo, es altamente precisa".

Cuándo buscar tratamiento

Según los CDC y la IDSA, la mayoría de las personas cuyos resultados son positivos para la enfermedad de Lyme responden bien a los antibióticos. Sin embargo, algunos pacientes continúan sufriendo mucho tiempo después de la administración usual de medicamento.

Los investigadores tienen algunas ideas sobre las causas de esta aún más difícil condición. Es muy probable que la bacteria o alguna de las toxinas que produce, sean algunas veces capaces de sobrevivir al tratamiento. Es también posible que el cuerpo sufra algún tipo de respuesta autoinmune a la bacteria o al tratamiento. O puede ser que estos padecimientos sean el resultado de múltiples infecciones simultáneas, no solo con la Borrelia burgdoferi, sino con varios otros patógenos que se sabe transmite la garrapata de patas negras.

En definitiva, los médicos están divididos sobre varias preguntas básicas: ¿Qué tan común es esta afección? ¿Puede ser tratada con antibióticos? Y ¿cómo debe ser llamada?

Los CDC y la IDSA se refieren a eso como síndrome post tratamiento de la enfermedad de Lyme, una condición para la cual no existe una causa probada ni opciones de tratamiento. Según ambos, no hay evidencia de que la terapia prolongada con antibióticos funcione contra la enfermedad de Lyme.

Sin embargo, otros grupos, incluyendo la Sociedad internacional para la enfermedad de Lyme (ILADS), la llaman enfermedad de Lyme crónica. Ellos creen que puede venir de no diagnosticar la enfermedad de Lyme a tiempo (a menudo porque la erupción cutánea indicadora no aparece y la persona no está consciente de haber sido picada por una garrapata). También creen que la terapia a largo plazo con antibióticos puede funcionar, aunque dicen que las recaídas son frecuentes y el camino a la recuperación es accidentado.

La mayoría de los médicos aún rechazan el término de la enfermedad de Lyme crónica, en parte porque muchas personas que dicen tener esta condición no han sido infectadas con la bacteria Borrelia. "No usamos el término enfermedad de Lyme crónica porque puede ser confuso", dice Schwartz de los CDC. "Algunas veces se usa para describir a las personas que dieron positivo a la prueba para Borrelia, y que evidentemente tuvieron la enfermedad de Lyme. Pero algunas veces se refiere a personas que no tienen dichos antecedentes".

En lo que todos están de acuerdo es en que se necesitará tiempo y mucha más investigación para resolver el misterio. Y ahora algunos expertos esperan que la investigación sea inminente debido al creciente número de personas que experimentan otro síndrome postinfeccioso a largo plazo tras la infección con COVID-19, conocido como “COVID persistente.”

Algunos investigadores han establecido comparaciones entre el COVID persistente y la enfermedad de Lyme posterior al tratamiento debido a su diversa gama de síntomas, como la fatiga, la bruma mental y el dolor muscular y de articulaciones, quejas que pueden "parecer vagas, difíciles de explicar, multifactoriales o inesperadas" y que pueden llevar a los médicos a desestimar o minimizar las preocupaciones de los pacientes, según el doctor John Aucott, director del Centro de Investigación Clínica de la Enfermedad de Lyme de Johns Hopkins, que escribe en The Lancet. Afirma que los síndromes postinfecciosos de cualquier tipo "presentan la oportunidad de una investigación novedosa, científicamente rigurosa, inclusiva y de mente abierta con el objetivo de ayudar a los pacientes con estas afecciones poco conocidas a recuperar su salud".

Qué es la enfermedad de Lyme crónica

Según los CDC y la IDSA, la mayoría de las personas cuyos resultados son positivos para la enfermedad de Lyme responden bien a los antibióticos, aun si ellos no fueron diagnosticados o tratados hasta meses o años después de la infección inicial. Sin embargo, algunos pacientes continúan sufriendo mucho tiempo después de la administración usual de medicamento.

Los investigadores tienen algunas ideas sobre las causas de esta aún más difícil condición. Es muy probable que la bacteria o alguna de las toxinas que produce, sean algunas veces capaces de sobrevivir al tratamiento. Es también posible que el cuerpo sufra algún tipo de respuesta autoinmune a la bacteria o al tratamiento. O puede ser que estos padecimientos sean el resultado de múltiples infecciones simultáneas, no solo con la Borrelia burgdoferi, pero con varios otros patógenos que se sabe transmite la garrapata de patas negras.

En definitiva, los médicos están divididos sobre varias preguntas básicas: ¿Qué tan común es esta condición? ¿Puede ser tratada con antibióticos? Y ¿cómo debe ser llamada?

Los CDC y la IDSA se refieren a eso como síndrome post tratamiento de la enfermedad de Lyme, una condición para la cual no existe una causa probada ni opciones de tratamiento: Según ambos, no hay evidencia de que la terapia prolongada con antibióticos funcione contra la enfermedad de Lyme.

Sin embargo, otros grupos, incluyendo la Sociedad internacional para la enfermedad de Lyme (ILADS), la llaman enfermedad de Lyme crónica. Ellos creen que puede venir de no diagnosticar la enfermedad de Lyme a tiempo (a menudo porque la erupción cutánea indicadora no aparece y la persona no está consciente de haber sido picada por una garrapata). También creen que la terapia a largo plazo con antibióticos puede funcionar, aunque dicen que las recaídas son frecuentes y el camino a la recuperación es accidentado.

La mayoría de los médicos aún rechazan el término de la enfermedad de Lyme crónica, en parte porque muchas personas que dicen tener esta condición no han sido infectadas con la bacteria Borrelia. "No usamos el término enfermedad de Lyme crónica porque puede ser confuso", dice Schwartz de los CDC. "Algunas veces se usa para describir a las personas que dieron positivo a la prueba para Borrelia y que evidentemente tuvieron la enfermedad de Lyme. Pero algunas veces se refiere a personas que no tienen dichos antecedentes".

Una cosa en la que todos están de acuerdo es que tomará tiempo y mucha más investigación para resolver el misterio.