Por qué podrías estar perdiendo el sentido del gusto
Es común con la edad. Te contamos qué puedes hacer.
Probablemente ya sepas que ciertos sentidos, como el oído y la vista, se van perdiendo con la edad. Pero quizás lo que no sabías es que el gusto es otro de ellos. En un estudio de 2025 publicado en el Foro Internacional de Alergia y Rinología, los investigadores realizaron pruebas de sabor a 1,392 personas sanas de entre 10 y 94 años y descubrieron que la capacidad para percibir sabores comenzaba a disminuir en las personas de 30 y se reducía drásticamente después de los 60.
Las razones son complejas. Gran parte de lo que describimos como gusto es en realidad olfato, y “los nervios que transmiten el sentido del olfato tienden a reducirse con la edad”, afirma el doctor Nicholas Rowan, profesor asociado de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins en Baltimore. Además, la cantidad y la sensibilidad de las papilas gustativas disminuyen con el tiempo, como también lo hacen la eficiencia de las glándulas salivales y el flujo sanguíneo a la lengua, que asimismo nos ayudan a saborear la comida.
Pero que la disminución del gusto y el olfato sea algo normal no significa que deba ignorarse. “Si no puedes percibir bien el gusto, esto puede provocar depresión y otros problemas emocionales”, dice el doctor Peter G. Michaelson, profesor clínico adjunto de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello en Stony Brook Medicine, Nueva York. También se asocia con fragilidad y deficiencias nutricionales.
Afortunadamente, la pérdida total del gusto y el olfato es poco frecuente, y las siguientes estrategias pueden ayudar a agudizar esos sentidos.
Primero, consulta con un médico
“Las primeras seis semanas de una disminución del olfato o del gusto son cruciales para el diagnóstico y el tratamiento”, afirma Michaelson, por lo que es importante consultar a un otorrinolaringólogo o ENT (que significa oído, nariz y garganta) lo antes posible.
Afecciones nasales como pólipos, sinusitis, alergias e inflamación son causas comunes, y existen varios tratamientos, como esteroides o cirugía en consultorio. La pérdida del olfato y el gusto también puede deberse a un traumatismo craneoencefálico, quimioterapia y radioterapia, hipotiroidismo y virus como el resfriado común y la COVID-19. Un estudio publicado en 2024 en JAMA Network Open reveló que, entre las personas que tuvieron COVID-19, casi un tercio aún experimentaba pérdida residual del olfato un año después.
Revisa tus medicamentos
Asegúrate de revisar todas tus recetas con tu médico. Hasta la mitad de los 100 medicamentos más recetados afectan negativamente el gusto y el olfato, según un estudio de 2018 publicado en el World Journal of Otorhinolaryngology. Entre ellos se incluyen las estatinas y algunos medicamentos para la presión arterial, antibióticos, antidepresivos y somníferos. Además, un nuevo estudio publicado en la revista Physiology & Behavior sugiere que los agonistas del GLP-1 (como Ozempic y Wegovy) reducen significativamente el sentido del gusto, pero no el del olfato.
Reeduca tu cerebro
Tu médico podría recomendarte entrenamiento olfativo para aliviar la pérdida del olfato. Esto implica oler regularmente una serie de aromas dos veces al día durante un tiempo. En un estudio publicado en la revista Rhinology, el 71% de las personas que realizaron este entrenamiento durante un año recuperaron al menos parte de su sentido del olfato.
Mejora tu experiencia
Aumenta los condimentos. Los más potentes, como el jengibre, la cebolla, el ajo y el chile, son especialmente útiles. (No uses más sal, ya que el exceso de sodio puede elevar la presión arterial).
Evita la sequedad bucal. La saliva ayuda a distribuir los sabores por toda la boca. Así que mantente hidratado y prueba a añadir algo ácido a tus comidas, como limón, para estimular la producción de saliva.
Mastica bien. Esto permite que los compuestos del sabor tengan más tiempo para viajar de la boca a la cavidad nasal.
Mantén las comidas sencillas. Michaelson sugiere evitar platos combinados o guisos, ya que pueden dificultar la separación de los sabores.
Mezcla texturas. Esto influye en la percepción del gusto. Por ejemplo, prueba rodajas de manzana, apio o galletas saladas con mantequilla de cacahuete o de almendras para una combinación crujiente y cremosa.
Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de diciembre de 2025 de Consumer Reports on Health.