Cómo protegerse de las estafas más frecuentes
ILLUSTRATION: MATT CHASE

Cuando Angelica Chavez, una ilustradora de moda de 30 años de Los Ángeles, conoció a “Weijia”, un empresario local, en una aplicación de citas el otoño pasado, le encantó descubrir que tenían muchos intereses en común, como el espíritu empresarial y la música. Los dos empezaron a compartir fotos y a enviarse mensajes de texto varias veces al día a través de WhatsApp. “Éramos muy parecidos, y él era muy amable y se interesaba en hablar sobre nuestra vida cotidiana”, dice Chavez.

Luego, Weijia mencionó casualmente que estaba invirtiendo en criptomonedas, una forma de moneda exclusivamente digital cuyo valor tiende a ser volátil. Cuando Chavez expresó interés, se ofreció a ayudarla a entrar también en el mercado.

Con temor y entusiasmo, compró la criptomoneda Ethereum a través de una aplicación recomendada por Weijia. Su inversión de unos pocos cientos de dólares pareció casi duplicar su valor en cuestión de minutos, lo cual disipó cualquier temor que tuviera sobre el mercado digital. “Cuando vi eso, pensé: ‘Está bien, esto es real”, recuerda Chavez.

Continuó agregando dinero a su cartera durante las siguientes semanas. Pero empezaba a sentirse frustrada por su relación virtual. Cada vez que ella y Weijia hablaban de reunirse en persona, él cancelaba con una excusa.

Al cabo de un mes, le dijo a Weijia que lo dejaría si no se encontraban. Poco después, él dejó de responder a sus mensajes de texto y el saldo de su cuenta de criptomonedas, unos $20,000, desapareció. “Me di cuenta de que había ignorado muchas señales de alerta porque me hizo confiar en él”, dice.

Al igual que Chavez, un número creciente de estadounidenses está siendo víctima de estafas. En los tres primeros trimestres de 2021 se produjeron 2.1 millones de denuncias de fraude, lo que supone una cifra similar a la de todo 2020, según la Comisión Federal de Comercio. Y en una encuesta de noviembre de 2021 de Consumer Reports (PDF), representativa a nivel nacional, realizada a 2,057 adultos estadounidenses, el 95% dijo que había recibido comunicaciones en los 30 días anteriores que parecían ser fraudulentas. Casi la mitad de los estadounidenses declaró haber recibido seis o más mensajes falsos en una semana normal.

La pandemia, y todo el tiempo que las personas han pasado en línea, donde los estafadores pueden dirigirse a ellos mediante mensaje de texto, correo electrónico y redes sociales, probablemente influye. Además, “el panorama de las estafas ha cambiado”, con organizaciones delictivas internacionales cada vez más presentes, dice Kathy Stokes, directora de programas de prevención de fraudes en la AARP. “Tienen oficinas y empleados, y listas de clientes potenciales que compran a otros estafadores”.

Pero por muy sofisticados que sean los estafadores, hay muchas cosas que puedes hacer para protegerte. Aquí te explicamos cómo detectar algunas de las principales estafas, qué hacer si has sido víctima y cómo evitar a los estafadores en el futuro.

(Todas las cifras promedio de pérdidas que aparecen a continuación provienen de la Red de Centinelas del Consumidor de la FTC, datos de 2020).

La estafa del impostor: ¡Nos debes dinero!

Se comunican contigo: Por teléfono o correo electrónico

Pérdida promedio: $850

Esta fue la estrategia de fraude más común de 2020. El delincuente se hace pasar por un funcionario del gobierno o por el representante de una empresa. Te dicen que hay un problema con tu cuenta y muchas veces que debes dinero. Quieren el dinero cuanto antes y es posible que también te pidan información personal.

La mayoría de las víctimas tenían 50 años o más. Alguien del IRS o de otra agencia gubernamental o empresa que parezca importante te llama para alertarte sobre un problema: debes miles de dólares en impuestos atrasados, una multa del Seguro Social o una deuda impagada con una empresa. La persona que llama puede tener los datos de tu cuenta bancaria o un número parcial del Seguro Social, lo que los hace parecer más creíbles.

También te dicen que debes pagar de inmediato, o congelarán tus cuentas financieras o hasta te podrían arrestar. La persona que llama te indica que utilices un método de pago inusual, a menudo una tarjeta de regalo.

Para evitar problemas, sigues las instrucciones para comprar una tarjeta de regalo y le brindas a la persona que llama el número que se encuentra en el reverso. El estafador agota inmediatamente el valor de la tarjeta.

Señales de advertencia: Los empleados del gobierno nunca llaman a los consumidores por cuestiones de dinero adeudado ni amenazan con arrestarlos. Ni una agencia gubernamental ni un negocio legítimo solicitarían el pago inmediato con una tarjeta de regalo. Para los pagos de impuestos atrasados, por ejemplo, el IRS te notificará por correo y te pedirá que pagues con un cheque o con una tarjeta de crédito por correo o en su sitio seguro en línea.

Qué hacer: Cuelga el teléfono. Si ya seguiste las instrucciones de la persona que llamó, es probable que el dinero de la tarjeta de regalo ya no esté. “Es lo mismo que pagarle a alguien en efectivo”, dice Stokes. Pero la FTC recomienda notificar al emisor de la tarjeta de regalo de inmediato. Además, denuncia el robo a la policía en caso de que puedas reclamar pérdidas en tu seguro de vivienda o en tu declaración de impuestos. Presenta una queja en ReportFraud.ftc.gov para ayudar a las agencias a rastrear a los estafadores.

Prácticas recomendadas: Siempre comunícate de forma directa con la agencia gubernamental o la empresa si recibes llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos u otras comunicaciones que no esperabas.

La estafa de compras en línea: Ofertas increíbles

Se comunican contigo: Por redes sociales o sitios web

Pérdida promedio: $100

El estafador anuncia grandes ofertas en productos atractivos, como bolsos de diseñador, muebles, automóviles e incluso mascotas en adopción. También pueden ofrecer artículos escasos, como máscaras o kits de prueba para COVID-19. Nunca entregan el producto una vez que lo has pagado. Esto a menudo atrapa a las personas de 50 años o menos.

Al desplazarte por Facebook o Instagram, ves un anuncio del taladro inalámbrico que has estado buscando. Tu clic te lleva a un sitio web donde compras la herramienta, tal vez con una tarjeta de crédito o débito o con una aplicación de pago peer-to-peer como Zelle.

Actualmente, es probable que veas anuncios en las redes sociales o en Google para todo, desde ejercicios hasta ropa de diseñador y automóviles (incluso cachorros en adopción). Pero un número creciente de compradores en línea no obtienen lo que pagaron, según un estudio de Better Business Bureau (BBB). En tu caso, quizás no te llegue ningún taladro. O cuando tu paquete finalmente llega, contiene una herramienta de mala calidad o algo completamente diferente, como una regla.

Aunque el último ejemplo puede parecer desconcertante, es cada vez más común, dice Bill Kresse, profesor asociado de contabilidad en la universidad Governors State University en University Park, Illinois. Algunas plataformas de ventas, como Facebook Marketplace, liberan el pago al vendedor una vez que se confirma la entrega del paquete, incluso si el artículo no es lo que ordenaste. Luego, “los malos desaparecen en el aire” con tu dinero, dice Kresse.

Señales de advertencia: No se indica claramente ninguna política de reembolso, número de teléfono o dirección. Debes estar atento a los correos electrónicos comerciales con direcciones de Yahoo o Gmail y muchas críticas negativas.

Qué hacer: Si pagaste con tarjeta de crédito, pregunta a un representante cómo recuperar tu dinero. Con algunos otros métodos de pago puede ser más difícil. Denuncia el robo a la plataforma en la que compraste el artículo y, para controlar a los estafadores, visita ReportFraud.ftc.gov y BBB.org/scamtracker.

Prácticas recomendadas: En lugar de hacer clic en los enlaces de los anuncios en línea, dirígete de forma directa a los sitios web de las tiendas, dice Kresse. No puedes estar seguro de a dónde te llevarán los enlaces. Cuando compres en línea, intenta pagar con una tarjeta de crédito, que ofrece la mayor protección. Mantén un registro y capturas de pantalla de las compras.

La estafa laboral: Te espera un gran trabajo

Se comunican contigo: Por correo electrónico, redes sociales, sitios web de empleo, radio o TV 

Pérdida promedio: $1,950

El estafador se hace pasar por un empleador y te contrata, y a menudo te envía un cheque de pago y luego te pide que le devuelvas el dinero, alegando que te pagó de más. El cheque de pago rebota. También pueden robar tu identidad. O pueden pedirte que pagues los suministros de trabajo, y luego desaparecen. En 2020, estas estafas fueron denunciadas con más frecuencia por personas menores de 40 años.

Mientras buscas trabajo, es posible que veas puestos como comprador misterioso, trabajador de envío o en un almacén o asistente remoto en las redes sociales y sitios web de empleo como Indeed.com. (Esa plataforma en línea fue la más citada por estafas de empleo en un informe de BBB de 2020). Sin embargo, un extraño también puede comunicarse contigo sobre un trabajo a través de un mensaje de texto o un correo electrónico.

Las solicitudes pueden requerir tu Seguro Social y números de cuenta financiera. Una vez que te contratan, generalmente en un proceso ultrarrápido, tu nuevo jefe te pide lo que pueden ser miles de dólares para materiales de trabajo o capacitación, y luego desaparece. O justo después de enviar el primer cheque de pago, el empleador te pide que le devuelvas parte del dinero porque dice que te han pagado en exceso de forma accidental. Una vez que lo devuelves, tu cheque de pago rebota, lo cual te deja debiendo el dinero que devolviste más una tarifa por el cheque rebotado. Y el estafador también puede usar tu información para robarte.

Señales de advertencia: Las solicitudes de contratación no deben pedir tus números de cuenta bancaria o de Seguro Social, ni los empleadores pueden pedirte que pagues por capacitaciones o materiales de trabajo, ni solicitar que les “reembolses” parte de un cheque que te hayan enviado.

Qué hacer: Si compartiste datos personales, como los números de tu cuenta financiera, congela tu crédito y cambia las contraseñas de la cuenta de inmediato, explica Eva Velásquez, directora ejecutiva del Identity Theft Resource Center, una entidad sin fines de lucro. (El sitio de la FTC IdentityTheft.gov tiene planes de protección de identidad paso a paso). Pide a tu banco que marque o cierre la cuenta y que revierta la transacción si has perdido dinero.

Prácticas recomendadas: Sé cuidadoso al momento de postularte para trabajos de envío o almacén o de comprador misterioso, y trabajos que tienen descripciones vagas o que ofrecen trabajo remoto u oportunidades flexibles, así como ofertas “en el momento”, resalta BBB. Verifica si un trabajo realmente figura en el sitio web de la empresa y busca en línea el nombre de la empresa más “reseñas”, “quejas” o “estafa”.

La estafa de inversión: Grandes ganancias, bajo riesgo

Se comunican contigo: Por medio de anuncios en línea, redes sociales o por teléfono

Pérdida promedio: $1,560

El estafador promociona una inversión sin fallas o secretos internos que generarán grandes ganancias, y te insta a enviar dinero de inmediato, pero luego desaparece con tus fondos. Esta estafa está dirigida a personas entre 20 y 49 años.

Recibes una llamada de un asesor de inversiones o corredor con una oportunidad que no puedes perderte. Puede ser alguien de tu círculo (un miembro de tu iglesia, un conocido virtual de un grupo de Facebook) o un completo extraño. Te dicen que para participar en la inversión, debes enviar dinero a través de una aplicación peer-to-peer como, Cash App o Venmo, una transferencia bancaria, una tarjeta de regalo o una criptomoneda (como le dijeron a Angelica Chavez). Pero esa inversión infalible resulta ser falsa, y debido a que el método de pago que te instaron a utilizar es difícil de rastrear, tu dinero ha desaparecido.

Señales de advertencia: Que un telemarketer intente convencerte es sospechoso, dice Stokes. Pero no importa quién se te acerque, si te piden que inviertas a través de una aplicación de pago, una transferencia bancaria, una tarjeta de regalo o una criptomoneda, es un fuerte indicio de que la oportunidad es falsa. Que te apuren y que te prometan grandes ganancias y bajo riesgo también son señales de alerta.

Qué hacer: Si perdiste dinero debido a una estafa de inversión, es poco probable que lo recuperes, pero tal vez puedas reclamar una pérdida a través de tus impuestos. Además, es aconsejable denunciar el robo a la plataforma de pago que utilizaste y al departamento de policía local. También debes presentar una queja ante la Comisión de la Bolsa de Valores (SEC), la Financial Industry Regulatory Authority y la FTC, que rastrea los patrones de quejas.

Prácticas recomendadas: Incluso si conoces a la persona que ofrece la propuesta, verifica primero sus antecedentes profesionales. Es mucho menos probable que los estafadores tengan credenciales legítimas. Visita la página Investor.gov de la SEC para averiguar si un asesor de inversiones está registrado o tiene licencia, o si tiene antecedentes de acciones disciplinarias. Haz lo mismo con los corredores en BrokerCheck.finra.org. Paga siempre las inversiones de maneras que sean fáciles de rastrear.

La estafa del sorteo: ¡Eres un ganador!

Se comunican contigo: Por correo electrónico, una carta, redes sociales, teléfono, mensajes de texto

Pérdida promedio: $1,000

El estafador dice que has ganado un premio y te solicita una cuota, tal vez impuestos sobre lo que ganaste, o información bancaria para reclamarlo, y luego te roba esa cuota o te vacía la cuenta. En 2020, esto fue informado más comúnmente por personas mayores de 50 años.

Recibes un mensaje de texto, un correo electrónico o una llamada en los cuales te informan que has ganado un iPad, una tarjeta de regalo o un auto nuevo. En el mensaje, que puede parecer de una lotería o un sorteo del gobierno, o de una empresa conocida (como Publishers Clearing House), te informan que debes pagar un gasto por mantenimiento o impuestos sobre tus ganancias por adelantado. O tal vez solo te dicen que eres un ganador potencial, pero que pagar un pequeño monto aumentará tu oportunidad de ganar el premio.

El “patrocinador” te pide un número de tarjeta de crédito para cubrir estos gastos y, posiblemente, la información de tu cuenta bancaria para enviarte las ganancias.

Para persuadirte de que subas la apuesta, incluso depositan un pequeño cheque en tu cuenta. Tú entregas la información de tu tarjeta de crédito para pagar los montos. Te cobran el monto en la tarjeta, el cheque rebota y el estafador desaparece.

Señales de advertencia: ¿Recuerdas haber ingresado a ese sorteo? Incluso si lo recuerdas, los patrocinadores legítimos no te pedirán dinero ni información de tu cuenta.

Qué hacer: Comunícate con tu banco y tu compañía de tarjeta de crédito. Dependiendo del tipo de transacción, a veces es posible recuperar el dinero. Informa las pérdidas a la policía y en ReportFraud.ftc.gov, y presenta una queja en IdentityTheft.gov si le diste información personal al estafador. Para estafas por correo, notifica al United States Postal Inspection Service.

Prácticas recomendadas: Si realmente crees que puedes haber ganado un premio, comunícate directamente con la organización patrocinadora, no con el correo electrónico o los números de teléfono que proporcionó el estafador. En línea, busca la organización por nombre junto con términos como “reseña”, “queja” y “estafa”.

4 formas de prevenir una estafa

1. Confía en tu intuición
Los estafadores a menudo instan a las personas a actuar de inmediato. Si te tomas un tiempo para pensar en el mensaje o la oferta que recibiste antes de actuar, es posible que puedas eludir la estafa.

2. No respondas
Ignora las llamadas, los mensajes de texto y el correo electrónico si no estás seguro de quién es el remitente o la persona que llama. Es mejor, por ejemplo, simplemente dejar que una llamada telefónica inesperada vaya al correo de voz. Además, si generalmente confías en el identificador de llamadas, ten en cuenta que se puede falsificar. Y nunca proporciones tu información personal o financiera a nadie que te contacte de la nada. Si crees que un mensaje es aceptable, comunícate tú mismo con la organización de una manera que estés seguro de que es legítima.

3. Comprueba antes de hacer clic
No hagas clic en enlaces en correos electrónicos y mensajes de texto si tienes dudas; algunos pueden poner en peligro la seguridad de tu dispositivo. Al pasar el mouse sobre un enlace en un correo electrónico, se revelará la URL completa, lo que puede ayudarte a determinar si es un fraude. Caso en cuestión: el código “.ru” al final de una URL significa que el enlace que pensaste que te direccionaba a una tienda local se creó en Rusia.

4. Paga con prudencia
Es mejor usar métodos de peer-to-peer como Cash App, Venmo y Zelle solo con personas que conoces, explica Bill Kresse, experto en fraudes. Además, no envíes dinero a nadie que te envíe un cheque no solicitado, incluso si los fondos aparecen en tu cuenta, recalca Steven Baker, especialista en investigaciones internacionales del Better Business Bureau. Un banco puede tardar semanas en darse cuenta de que un cheque es falso, lo que podría ponerte en una posición complicada.

Nota del editor: Este artículo también se publicó en la edición de febrero de 2022 de la revista Consumer Reports.