Your membership has expired

The payment for your account couldn't be processed or you've canceled your account with us.

Re-activate

Save products you love, products you own and much more!

Save products icon

Other Membership Benefits:

Savings icon Exclusive Deals for Members Best time to buy icon Best Time to Buy Products Recall tracker icon Recall & Safety Alerts TV screen optimizer icon TV Screen Optimizer and more

    Cómo mantener las sobras de tus comidas festivas deliciosas y de forma segura

    Haz más duradero tu banquete de Acción de Gracias y en tus comidas diarias

    When you shop through retailer links on our site, we may earn affiliate commissions. 100% of the fees we collect are used to support our nonprofit mission. Learn more.

    leftovers in glass containers Photo: Getty Images

    Para algunas personas, las sobras del Día de Acción de Gracias son tan especiales como la comida principal, tal vez incluso más. Y no es sólo porque comerlas prolongue las festividades. Algunos alimentos simplemente saben mejor aproximadamente un día después de su preparación. Las reacciones químicas que no se detienen después de cocinar los alimentos pueden ayudar a profundizar y desarrollar aún más los sabores, lo que ayuda a que las sobras a veces sean incluso más atractivas de lo que eran originalmente, según el Instituto de Tecnología de Alimentos. 

    Pero los restos de comida también pueden suponer un peligro. Durante una comida festiva ajetreada, es posible que los alimentos se dejen afuera durante más tiempo del que realmente es seguro y, en las prisas por limpiar, es probable que no siempre se almacenen adecuadamente. Además, en el bullicio de fiesta, podría ser que la gente no piense en cuánto tiempo dura realmente en buen estado la comida. Según una encuesta publicada en la revista Foods, no es raro que las personas cometan errores importantes al almacenar alimentos, como dejarlos en el mostrador demasiado tiempo antes de guardarlos en el refrigerador o comerlos después de que deberían ya haber sido desechados.

    Noviembre y diciembre son los meses con mayor incidencia de intoxicación alimentaria causada por la bacteria Clostridium perfringens, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Llamado “el germen de la cafetería”, crece en alimentos cocinados como el pavo y la carne de res mantenidos a temperatura ambiente.

    Pero es posible mantener casi todas las sobras sabrosas y seguras para comer durante al menos unos días. Y la mayor parte se puede congelar si no se come todo en ese tiempo. 

    El truco está en hacerlo bien. Un almacenamiento deficiente puede provocar restos poco sabrosos, pero diferentes tipos de alimentos requieren un tratamiento distinto para que sean seguros. A continuación, te mostramos todo lo que necesitas saber.

    Revisa la guía de regalos de Consumer Reports para ver ofertas, reseñas de products por expertos, consejos de compras y mucho más.

    Considera las sobras que quedan

    ¿Eres del tipo de personas que se come un sándwich de pavo grande el día después de Acción de Gracias y luego rápidamente te cansas de las sobras? ¿O te encanta alargar la fiesta el mayor tiempo posible?

    “Piensa en la cantidad de comida que terminaste tirando el año pasado”, dice Amy Keating, dietista registrada y nutricionista de Consumer Reports. “El desperdicio de alimentos es un gran problema en este país todos los días, pero especialmente en Acción de Gracias”. Los estadounidenses desecharán 316 millones de libras de comida en los días festivos de este ano, según ReFed, un grupo sin fines de lucro que se enfoca en prevenir el desperdicio de los alimentos.

    Probablemente no necesitarás la cantidad de comida que piensas, especialmente el pavo.  Según ReFed, la cantidad de pavo desperdiciada el Día de Acción de Gracias es equivalente a 8.2 millones de pavos enteros. Y no todos en la mesa van a tomar una porción de cada guarnición que prepares, explica Keating.

    “Es posible que necesites más cantidad de los acompañamientos más populares, como relleno o puré de papas, para servir a todos, pero por lo demás, cuenta con que aproximadamente solo la mitad de las personas en tu mesa comerán de todos los acompañamientos”, añade. La calculadora Guest-timator del NRDC puede ayudarte a calcular cuánta comida necesitas, teniendo en cuenta durante cuánto tiempo estás dispuesto a comer las sobras.

    Mientras preparas la cena de este año, Keating también sugiere que tomes nota de lo que serviste, cuántas personas había allí y cuánta comida quedó. “Guarda las notas donde guardas tus recetas de Acción de Gracias”, aconseja Keating. “Serán útiles el año que viene”.

    Piensa por adelantado

    Si decides de antemano qué te gustaría hacer con las sobras, puedes minimizar el desperdicio. Podrías preparar una guarnición de arroz para las fiestas que combinaría bien con un trozo de pollo o pescado más adelante en la semana. Y puedes utilizar el pavo sobrante haciendo sopa.

    Revisa tus gabinetes

    ¿También organizaste un gran Día de Acción de Gracias el año pasado? Revisa tus gabinetes para asegurarte de que no te hayan sobrado latas de calabaza o arándanos, que probablemente aún estarían buenas. Muchos alimentos enlatados se pueden almacenar durante dos a cinco años, según el USDA, y los alimentos con alto contenido de ácido (como jugos, tomates o encurtidos) duran entre 12 y 18 meses en una lata. (Sin embargo, las latas abolladas o abultadas deben desecharse porque podrían ser peligrosas).

    Sigue la regla de las 2 horas

    En una encuesta del USDA, casi el 80% de los encuestados dijeron que dejaban enfriar las sobras antes de refrigerarlas. Puede parecer práctico esperar hasta que la comida no esté muy caliente para guardarla en tu nevera, pero es una mala idea. Eso la deja en lo que se conoce como la zona de temperatura peligrosa, entre 40°F y 140°F, donde las bacterias pueden prosperar. Las sobras deben refrigerarse dentro de las 2 horas posteriores a la cocción, como máximo, independientemente de su temperatura. (Y tu refrigerador debe estar configurado a 40°F o menos; CR recomienda 37°F).

    Las carcasas de pavo en particular no deben quedar fuera. Un pavo entero tarda mucho en enfriarse y su interior cálido y húmedo es el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Sin embargo, no pongas simplemente el pavo entero en el refrigerador. Puedes guardar las alas o las piernas con el hueso, pero corta la carne de la pechuga.

    “El tiempo en la zona de peligro es acumulativo”, dice Elizabeth Andress,PhD, doctora y profesora emérita y especialista en seguridad alimentaria de la Universidad de Georgia y ex directora del Centro Nacional para la Preservación de Alimentos en el Hogar. Incluso si la comida se deja fuera solo 5 o 10 minutos cada vez, una vez que esos minutos suman un total de 2 horas en la zona, tirarla no es un desperdicio: te protege de una posible intoxicación alimentaria.

    No sobreestimes cuánto tiempo duran las sobras

    De tres a cuatro días en el refrigerador: ese es el máximo para alimentos cocinados, expone James E. Rogers, PhD, y director de investigación y pruebas de seguridad alimentaria de Consumer Reports. “¡Eso significa que no hay sándwiches de pavo para una semana!”, dice. Después de ese tiempo, su sabor y seguridad pueden verse afectados. Esto también se aplica a los postres, aunque en el estudio de 2016 publicado en la revista Foods, casi la mitad de los encuestados acertaron que más cerca de una semana.

    Conoce qué se congela bien

    Si descubres que tienes más de lo que podrías comer en cuatro días, puedes congelar muchos alimentos básicos de la temporada festiva. Estarán en buen estado durante dos a seis meses. Algunas buenas opciones son el relleno o aderezo, el guisado de ejotes, y la cazuela de camote.

    La congelación puede hacer que las cebollas, los pimientos morrones y el apio de los platos de vegetales estén un poco más suaves de lo que estarían de otra manera, afirma. “Los vegetales en crema pueden perder sabor, por lo que es mejor congelarlos por períodos cortos de tiempo”. Y agrega que los platos con crema o salsas cremosas a base de sopa pueden separarse y quedar un poco aguados al descongelarse, pero aún se podrán utilizar. Ten en cuenta que, por seguridad, la mayoría de las sobras congeladas deben recalentarse completamente a al menos 165°F antes de comerlas, según los CDC.

    Divide y vencerás

    Ya sea que guardes las sobras en el refrigerador o en el congelador, divídelas en tamaños de una o dos porciones cada una (aproximadamente lo que usarías para una sola comida) y guárdalas en recipientes tapados y poco profundos. O considera usar bolsas de silicona para almacenar alimentos, que pueden ocupar menos espacio. Guardar porciones más pequeñas en varios recipientes ayuda a garantizar que las sobras se enfríen más rápidamente, facilita el recalentamiento y significa que no es necesario descongelar más de lo necesario.

    Envuélvelo todo bien

    “Utiliza material de embalaje hermético y a prueba de humedad, como papel de aluminio resistente, papel para congelador o bolsas para congelar, dice Andress. Haz todo lo posible para mantener el exceso de aire fuera del paquete. “El aire alrededor de los alimentos en el congelador es enemigo de la calidad”, afirma. “Promueve el secado y una pérdida más rápida del sabor. En el caso de algunas frutas y vegetales de colores claros, ese aire retenido también provoca un cierto oscurecimiento mientras los alimentos se congelan, así como durante la descongelación”.

    No refrigeres cada pastel

    Si planeas comer pasteles de frutas, como de manzana o de cereza, en los próximos días, puedes guardarlos en la encimera.

    Pero los pasteles con relleno que contengan lácteos o huevos (como el de calabaza) deben refrigerarse. Y para cualquier pastel, si no planeas servirlo en los próximos días, está bien congelarlo. Solo ten en cuenta que las natillas y el merengue no se congelan bien, por lo que será mejor que te comas ese postre.

    Congela dentro del período de 4 días

    Si has puesto varias porciones de, digamos, relleno en la nevera y luego te das cuenta de que no hay manera de que tu familia las termine todas antes del límite de los cuatro días, aún puedes congelarlas. Si un alimento es seguro para comer, también es seguro congelar, expone Andress. Pero los alimentos que has congelado después de haber estado en el refrigerador por un tiempo pueden no tener la misma calidad que si los congelaras antes.

    No asumas que necesitas descongelar

    No es necesario descongelar por motivos de seguridad y Andress explica que a veces puede ser mejor en términos de calidad si no lo haces. “Es mejor recalentar las verduras naturales o recién condimentadas sin descongelarlas”, dice. “Tampoco es mejor descongelar muchos otros platos que se van a calentar o cocinar primero. Estos incluyen guisos, rellenos/aderezos, frijoles horneados y lasaña”, agrega.

    Cuando quieras descongelar las sobras, no las coloques en la encimera; descongélalas en el refrigerador. Para hacerlo más rápido, puedes colocar los alimentos en una bolsa con cierre hermético y sumergirlos en un recipiente con agua fría. Cambia el agua cada media hora. Y, por último, puedes utilizar un microondas siguiendo las instrucciones de descongelación del manual del propietario.

    Usa el microondas con cuidado

    El calentamiento en un microondas no siempre es uniforme, lo que significa que no todas las partes de lo que estás recalentando pueden calentarse lo suficiente como para matar las bacterias. Foodsafety.gov recomienda agregar un poco de líquido y colocar la comida en un recipiente apto para microondas con tapa para generar vapor. También sugiere rotar la comida (si tu microondas no lo hace) y luego dejarla reposar durante varios minutos antes de servir para permitir que el calor se distribuya por todas partes. Usar un termómetro para alimentos en varios lugares también te ayudará a asegurarte de que todo se recaliente completa y uniformemente. Y no recalientes el pavo en el microondas; puede secarse. Utiliza el fuego de la cocina y caliéntalo con un poco de caldo o salsa.

    Los mejores recipientes para almacenar alimentos de las pruebas de CR

    Si estás buscando un recipiente hermético y a prueba de goteos para guardar las sobras de comida de las fiestas, tenemos lo que necesitas.


    Jessa Branch.

    Jessica Branch

    Jessica Branch is an award-winning editor and freelance writer who has worked with Consumer Reports both on staff and off. Her favorite stories are those that help people, whether by offering informed advice about everyday problems or by shining a light on serious but underreported issues. She has held senior staff positions at Good Housekeeping, Prevention, and Weight Watchers.