el futuro del distanciamiento social

La pandemia del coronavirus ha alterado lo que antes se consideraba una vida normal. Para reducir la propagación del virus que causa la enfermedad COVID-19, millones de personas han cambiado sus rutinas al trabajar desde casa, usar mascarillas en público y evitar interacciones innecesarias.

Lo que por mucho tiempo se consideró "normal" no volverá pronto. Poco después de que termine la fase actual de cuarentena, habrá una nueva normalidad, menos restrictiva que las sencillas órdenes de quedarse en casa, pero muy diferente a lo que conocíamos antes. 

"Esta no es una situación a corto plazo", dice la doctora Julia Marcus, epidemióloga y profesora adjunta en el departamento de medicina comunitaria en la escuela de medicina de Havard. "Podríamos estar haciendo esto durante meses, incluso años".

Sin embargo, dice Marcus, es posible formular unos lineamientos que ayuden a las personas a navegar la nueva normalidad al mismo tiempo que se minimizan los riesgos. "Tenemos que determinar cómo podemos tener una vida normal manteniendo el riesgo de transmisión del coronavirus lo más bajo posible", dice.

Esto es lo que los expertos piensan que podría ser nuestra vida cuando se suspendan las restricciones, aunque otras estrategias de reducción de riesgos permanezcan vigentes. 

La reapertura podría no ser permanente

Primero, recuerda que la reapertura no es una calle de un solo sentido. Antes de que sea seguro relajar las restricciones de la cuarentena, existen ciertos criterios que los expertos opinan deberían cumplirse. En muchos estados donde la reapertura ya ha comenzado, estos objetivos aún no se han alcanzado.

Cuando el número de casos de coronavirus sigue aumentando, por ejemplo, la reapertura temprana puede conducir a un diluvio de infecciones que finalmente precipitarían un retorno a la fase de cuarentena. 

"Es algo que debemos anticipar", dice la doctora Amanda Castel, profesora del departamento de epidemiología de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington.

¿Tienes curiosidad por saber si se mantendrán en tu área las restricciones menos estrictas? Los criterios que buscan los expertos incluyen al menos una disminución de dos semanas en el número de casos positivos en un área (o una disminución en el porcentaje de personas con resultados positivos de COVID-19); pruebas de diagnóstico ampliamente disponibles, suficientes para cualquier persona que quiera hacerse una prueba; un sistema de rastreo de contactos, para que los funcionarios de salud pública puedan identificar a las personas que entraron en contacto con una persona infectada; y suficiente equipo médico y de protección para que los hospitales manejen un aumento potencial de casos.

Incluso una vez que se cumplan esos criterios, los cambios seguirán siendo graduales. Según los lineamientos federales, la reapertura es un proceso de tres fases. Los estados y las regiones pasan a la siguiente fase solo si la anterior no generó ningún aumento en los casos de COVID-19. La primera fase representa los pasos iniciales de la cuarentena; la segunda fase es una reapertura adicional que incorpora el regreso a los viajes no esenciales; y la tercera fase representa la reanudación de las actividades normales. Pero incluso en esa tercera fase, algunas medidas de mitigación y distanciamiento social seguirán vigentes.

Un documento publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) enfatiza reiteradamente que tales medidas serán necesarias hasta que haya una vacuna o una terapia ampliamente disponible.

Mientras tanto, vamos a necesitar usar mascarillas en público, mantenernos a una distancia segura de los demás en los restaurantes y las tiendas y tomar otras medidas para proteger a las personas, según William Moss, director ejecutivo de International Vaccine Access Center y profesor en los departamentos de epidemiología, salud internacional y microbiología molecular e inmunología de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg. "Nuestros comportamientos habituales tendrán que cambiar", dice Moss.

Los consumidores también deben permanecer preparados para otro cierre de emergencia. En cualquier etapa, es posible que un rebote en la actividad de COVID-19 requiera volver nuevamente a una fase anterior más estricta.

"Bajar la velocidad fue bastante fácil, aunque si no lo parecía en ese momento, básicamente activamos un interruptor", dice Preeti Malani, miembro de la Infectious Diseases Society of America (IDSA) y director de salud en la Universidad de Michigan, en una llamada de prensa con la ISDA. "Sin embargo, la reapertura será mucho más complicada". 

Regreso al trabajo

Los trabajadores esenciales han seguido presentándose a su trabajo en los últimos meses. Muchas personas con empleos de oficina o administrativos pueden teletrabajar, realizando gran parte de su trabajo a través de internet. Pero muchas personas han perdido sus trabajos o no han podido trabajar temporalmente. Muchas de esas personas esperan o necesitarán volver a trabajar en los próximos meses.

Si bien eso no estará exento de riesgos, los lugares de trabajo y las empresas varían en términos de riesgo, según Malani. "Puedes pensar en ellos como de alto, mediano y bajo riesgo, tanto en términos del tipo de actividad que se produce como también de la cantidad de clientes que se atienden o la cantidad de empleados que trabajan en un espacio en particular", dijo.

Las empresas pueden tomar una serie de pasos para hacer que sus empleados estén más seguros, como garantizar el distanciamiento físico, realizar exámenes de salud, minimizar las interacciones y limpiar a menudo las superficies de contacto frecuente.

Ninguno de estos pasos reducirá el riesgo a cero, según Crystal Watson, médico de salud pública y asociado principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, quien habló sobre la reapertura en una llamada de prensa. Sin embargo, la estratificación de estos pasos, uno encima del otro, se combinará para reducir el riesgo tanto como sea posible, dijo.

En los lineamientos federales de reapertura, se sugiere que los empleadores fomenten el teletrabajo y cierren las áreas comunes durante al menos las dos primeras fases. De acuerdo con estas pautas, los empleadores pueden traer a todos de vuelta al trabajo durante la tercera fase, nuestra nueva normalidad, con limpieza frecuente y cierto distanciamiento físico en lugares o espacios grandes donde atienden a muchos clientes.

Sin embargo, en la explicación de los lineamientos de los CDC, se sugiere que los lugares de trabajo con empleados mayores de 65 años o que tengan afecciones de salud preexistentes como presión arterial alta o diabetes, continúen fomentando el teletrabajo cuando sea posible en todas las fases. También sugieren el teletrabajo para los empleados que usan el transporte público.

También es probable que cambien las formas en que interactuamos con colegas y relaciones comerciales. ¿Un ejemplo? "Me sorprendería si volvemos a los apretones de manos", dice Marcus, de la escuela de medicina de Harvard. "Toda esta experiencia nos hará mucho más conscientes de nuestros contactos cercanos con otras personas y los riesgos asociados con estos contactos". 

Regreso a la escuela

Las escuelas también se reabrirán en algún momento. Pero determinar cómo hacerlo de manera segura "es una pregunta realmente difícil", dijo Watson.

Los lineamientos actuales de los CDC recomiendan que durante la primera etapa de reapertura, las escuelas permanezcan cerradas. Pueden reabrir, con medidas de distanciamiento físico, durante la etapa dos, para los niños dentro del área. Durante la etapa tres, los lineamientos sugieren que se mantengan las medidas de distanciamiento. Estos lineamientos sugieren cambios como mantener a los niños con el mismo grupo de estudiantes todo el día (en lugar de mezclarse con toda la población estudiantil), instituir horarios escalonados de llegada y poner límites estrictos en los eventos y actividades extracurriculares que podrían representar un alto riesgo de infección.

Los lineamientos también sugieren realizar controles de salud diarios a los estudiantes, cuando sea posible. Si se diagnostica un caso, las escuelas deberían considerar cerrar por uno o dos días para limpiar, según el documento de los CDC. Las pautas para las operaciones de los centros de cuidado infantil como las guarderías son parecidas, con sugerencias sobre el uso de las áreas comunes como el área de juegos para que permanezcan cerrados cuando sea posible.

Aunque es necesario reabrir las escuelas y las operaciones de los centros de cuidado infantil, "va a haber algún riesgo para los niños y sus cuidadores y sus familias cuando reabramos las escuelas", según Watson.

Ir de compras y cenar fuera

Con la reapertura de los negocios, las personas volverán a comprar y a cenar en los restaurantes, pero nuevamente, es posible que haya cambios en esos establecimientos.

Durante la primera fase de reapertura, los lineamientos de los CDC sugieren que los restaurantes continúen con el servicio de entrega y comida para llevar. Durante la segunda fase, los restaurantes y bares podrán reabrir con capacidad limitada para clientes sentados. En la tercera fase de reapertura, la guía de los CDC sugiere que los restaurantes y bares puedan permanecer abiertos, pero con capacidad limitada de manera que los clientes puedan practicar el distanciamiento social.

Cuando los restaurantes estén abiertos para cenar, deberían considerar llevar un registro de todos los que llegan a cenar, para facilitar el rastreo de contactos si los expertos en salud pública descubren más tarde que alguien que estaba enfermo salió a comer, sugirió el doctor Leonard Mermel, miembro de IDSA y profesor de medicina en Warren Alpert Medical School de Brown University, en una llamada telefónica. Los meseros deben ser examinados para detectar los síntomas antes de cada turno y deben usar mascarillas y potencialmente un protector facial para prevenir la infección. Incluso es posible que los restaurantes pongan mamparas de plástico como escudos entre las mesas para evitar que una mesa de comensales infecte a la otra. 

Proporcionar a los restaurantes más espacio al aire libre o ceder partes de las calles a los peatones también podría ayudar a las personas a mantener interacciones al aire libre, donde es menos probable la transmisión del coronavirus, sugiere Marcus.

Las mamparas de plástico también podrían ser comunes en las tiendas, separando a los cajeros de los compradores, sugiere Moss, de Johns Hopkins. Y usar mascarilla es una práctica que podría quedarse con nosotros por mucho tiempo. 

Socialización y grandes reuniones

Las personas no van a evitar socializar con los amigos o familiares hasta que haya una vacuna contra el coronavirus, algunos ya decidieron reunirse con amigos o familiares bajo ciertas condiciones. Y aunque ninguna interacción está libre de riesgos, existen maneras de minimizar el riesgo, acordando pautas de distanciamiento social, usando mascarillas e intentando interactuar principalmente al aire libre. (Para más información, lee nuestro reportaje sobre cómo minimizar los riesgos mientras interactúas socialmente).

Pero las reuniones masivas como los eventos deportivos y los conciertos es "realmente improbables que se lleven a cabo o que se permita que se lleven a cabo" por lo menos durante el próximo año más o menos, dice Moss.

Muchas organizaciones religiosas han suspendido las grandes reuniones durante el clímax de la pandemia, pero puede ser más difícil decirles que no celebren servicios en los próximos meses, dice Moss. Es posible que muchos miembros de las comunidades religiosas quieran reanudar la asistencia a los servicios, aunque se sabe que estas reuniones son un riesgo para la propagación de enfermedades. Algunas congregaciones están presentando ideas creativas como los servicios al estilo del autocine.

Por ahora, los lineamientos sugieren que las organizaciones con base en la fe promuevan el distanciamiento social y el uso de mascarillas, así como limitar el tamaño de las reuniones. 

Una situación en cambio constante

Entonces ¿por cuánto tiempo practicaremos las medidas de distanciamiento social para prevenir la propagación del coronavirus? Posiblemente al menos hasta que se desarrolle una vacuna, potencialmente para fines de este año, según el doctor Anthony Fauci, director del National Institute of Allergy and Infectous Diseases. Pero incluso una vez que se desarrolle una vacuna exitosa, tendrá que ser ampliamente producida y distribuida, lo cual fácilmente podría llevar meses.

También es posible que después de años de tratar la enfermedad, a medida que más personas estén expuestas, la inmunidad se desarrolle gradualmente en la población. Incluso si esa inmunidad disminuye con el tiempo, podría potencialmente dejar a las personas algo menos propensas a enfermarse. Si esto sucede, o si desarrollamos una vacuna que brinde cierta protección pero que no sea perfecta (como es el caso de la vacuna contra la gripe), el coronavirus puede convertirse en una enfermedad menos grave pero aún peligrosa con la que continuaremos luchando. En este caso, se convertiría en los que se conoce como un virus endémico.

"En algún momento, no sé cuántos años faltan, imagino que este coronavirus será un virus respiratorio que se transmite entre nosotros como la influenza y será otro virus respiratorio que causa una mortalidad significativa cada año, como lo hace la influenza", dice Moss. Se convertirá en una parte más de nuestras vidas".

Incluso si hay una vacuna, los expertos aún no saben si será totalmente efectiva, o si todos la recibirán. En ese caso, puede seguir habiendo estallidos y brotes de coronavirus indefinidamente.  

"Esto es un maratón, no una carrera de velocidad", dice Castel de George Washington University. “Estaremos en esto por otros 12 a 18 meses como mínimo, en términos de respuesta a la pandemia y antes de que volvamos a lo que será nuestra nueva normalidad".


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